El martes entro en vigencia el nuevo lineamiento de migración de EE.UU., sin embargo, los migrantes en Ciudad Juárez y otros pueblos fronterizos mexicanos se mostraron cautelosamente optimistas dado que los funcionarios estadounidenses todavía estaban llamando a los migrantes a cruzar el puente hacia EE.UU. y presentar su solicitud de asilo.
Las nuevas reglas dictaminan que los solicitantes de asilo que viajan a través de un tercer país en su ruta a EE.UU. deben primeramente buscar refugio en ese lugar; y no pasar desde países centroamericanos a través de México en su camino a la frontera estadounidense.
El miércoles el Departamento de Seguridad Nacional (DSN) señaló que la última campaña del mandatario de EE.UU., Donald Trump, contra la inmigración antes de su candidatura a la reelección en el año 2020, no cambia la forma en que los solicitantes de asilo son procesados inicialmente en la frontera.
“Los extranjeros sujetos a la prohibición de asilo en tránsito de terceros países serán procesados a través de los procedimientos existentes”, detalló al medio antes mencionando una portavoz del DSN que pidió no ser identificada.
No obstante, aunque realicen la petición de asilo desde un tercer país y se les concedan entrevistas con oficiales de asilo de EE.UU. o tener audiencias frente a un juez de inmigración, el filtro será mucho más estricto para que sus reclamos prosperen.
Obliga a la gente a permanecer en países peligrosos
La Unión Americana de Libertades Civiles, es uno de los tantos Grupos de derechos humanos que han interpuesto demandas para bloquear la medida, alegando que viola las obligaciones de asilo de EE.UU. y obliga a la gente a permanecer en países peligrosos.
Asimismo, funcionarios mexicanos llamaron el martes en Ciudad Juárez, fronteriza con Texas, a migrantes en la lista de varios miles de personas que esperan para solicitar asilo.
Diez personas cruzaron a EE.UU. el martes por la mañana y otras 10 lo hicieron por la tarde, señaló el director de derechos humanos de Ciudad, Juárez, Rogelio Pinal.
Alrededor de 10.000 personas esperan en ciudades fronterizas mexicanas para solicitar asilo a EE.UU., resultado de una práctica estadounidense denominada “medición” que limita el número de solicitudes de asilo por día en los cruces. No obstante, muchos otros solicitantes cruzan ilegalmente entre los puertos de entrada y se entregan a los funcionarios fronterizos.
En teoría, se espera que más personas sean deportadas más rápidamente a sus países de origen como resultado de la nueva norma.