El cineasta Alfonso Cuarón, director de la famosa y celebrada película «Roma», acudió a la ceremonia de los premios Oscar acompañado de dos de sus tres hijos: Bu y Olmo, de 15 y 13 años.

En lugar de resaltar su excelente labor, muchos usuarios de las redes sociales prefirieron centrarse en los gestos de Olmo que, en apariencia, parecía burlarse de lo que allí ocurría.

Lo que la mayoría de ellos no sabía es que al joven se le diagnosticó autismo hace años. Una condición, considerada un trastorno del neurodesarrollo, que provoca esterotipias, una afección que provoca que una persona haga movimientos repetitivos o sin propósito.

Cuarón ya lo había contado en 2008

Las personas que padecen esta condición, cuando se enfrentan a estímulos sensoriales excesivos o a actividades que van más allá de sus capacidades, realizan estos movimientos para buscar un equilibrio compensador en su interior, que para los que lo ven desde el exterior pueden parecer extraños.

Cuarón reveló que su hijo tenía autismo ya en 2008, cuando se alejó del cine por más de un año para cuidarlo y declaró que tenía un niño, en aquel entonces de cuatro años, con esa condición y que, afortunadamente, tenía los medios económicos para pagar especialistas que le tratasen y podía permitirse dejar de trabajar por un tiempo para estar pendiente de él.

En aquel entonces, el cineasta contó que el autismo se le detectó al niño cuando tenía dos años y medio y aconsejó a todos los padres que estuviesen muy atentos ante cualquier anomalía que detectaran en sus hijos ya que, incluso a esa temprana edad en la que descubrieron esa condición en Olmo, ya no podían atenderlo como es debido.

Muchas de esas publicaciones fueron borradas

Desde que empezaron a compartirse los primeros memes sobre el hijo de Cuarón, salieron en respuesta numerosos tuits y publicaciones en otras redes sociales, como Instagram, indicando que el chico es autista y que asistir a un evento como los Oscar, en el que estaba expuesto a ruidos y luces que podían alterarlo, era todo un reto para él, que quería acompañar a su padre en esa noche tan especial.

Inmediatamente hubo una oleada de tuits pidiendo disculpas, avergonzados por reírse de los gestos del joven sin saber de su condición.

Muchos aseguraron haberse concienciado de que hay que informarse antes de publicar ese tipo de cosas y borraron lo que habían compartido.

Dejando de lado ese desafortunado incidente, fue una gran noche para Alfonso Cuarón y su película «Roma», que se llevó tres estatuillas: al mejor director, fotografía y película extranjera.

Cuando subió a recoger este último, el cineasta dedicó el premio a sus tres hijos, de los que dijo eran «la corriente que lleva las olas en su vida»

 

 

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