«Lo que el viento se llevó», la mítica novela escrita por Margaret Mitchell y cuya adaptación cinematográfica fue uno de los mayores éxitos de todos los tiempos, tuvo un final que a muchos les pareció perfecto, aunque para otros quedaba abierto y daba pie a una continuación.

Sin embargo, la escritora, que falleció atropellada en 1949, se negó rotundamente a escribirla, pero sus herederos no pensaron lo mismo y decidieron continuar la historia.

Los derechos expiraban en 2011 y querían sacarle antes un rendimiento, la elegida para dar continuidad a la historia fue la escritora americana Alexandra Ripley

Cuando se le preguntó a Ripley por semejante responsabilidad, declaró que estaba preparada para enfrentarse al odio de la gente y que reconocía que la historia nunca sería realmente suya.

Scarlett, nueva vida en Irlanda

La crítica no tuvo piedad con esta secuela, que se tituló «Scarlett», la consideraban totalmente alejada de la esencia de su antecesora; sin embargo, fue un gran éxito de ventas.

Al inicio del libro Scarlett O’Hara, la protagonista, se propone reconquistar a su marido, Rhett Butler, y tras un encuentro entre ellos queda embarazada pero, al considerarse desairada por él, decide poner tierra de por medio, sin contarle que van a volver a ser padres, para establecerse en Irlanda, donde vive parte de la familia de su difunto padre, el destino volverá a reunirlos más adelante.

La serie

No tardó en decidirse que el libro necesitaba también una adaptación, en esta ocasión para la televisión, una serie de 4 capítulos de 2 horas de duración cada uno.

Corrieron ríos de tinta sobre quién interpretaría el codiciado papel de Scarlett, se barajaron nombres como Julia Roberts o Demi Moore, incluso hubo programas en los que actrices desconocidas hacían una especie de casting, recreando las escenas más memorables de la película.

Finalmente, la elegida fue la actriz Joanne Whalley, famosa, entre otras películas, por «Willow«, y casada en ese entonces con Val Kilmer.

Rhett Butler sería interpretado por Timothy Dalton que había trabajado en películas como «Cumbres borrascosas» o varias de la saga de James Bond.

Si el lanzamiento del libro levantó gran expectación, la serie no se quedó atrás, sin embargo, tampoco contentó a muchos, la sombra de su predecesora es alargada, criticaban principalmente que la actriz Joanne Whalley estaba muy lejos de ser físicamente como la Scarlett de ambos libros, ni siquiera sus ojos eran del color verde que allí se describía.

De Timothy criticaban que sus ojos eran claros y no marrones como los del genuino Rhett Butler, y así muchas otras cosas, situaciones inverosímiles, pasadas de rosca, en las que jamás podríamos imaginar a los personajes originales.

Lo cierto es que la serie, que tardó seis meses en grabarse y en la que se invirtió un gran presupuesto, ni siquiera respetó el libro de Alexandra Ripley, sobre todo al final hay situaciones que parecen más propias de un telefilm que de la continuación de una historia que cautivo y sigue cautivando a tantas generaciones.

Sin desmerecer a los actores de los 90, Scarlett O’Hara siempre tendrá el rostro de Vivien Leigh y Rhett Butler el de Clark Gable, es inevitable.

Rhett Butler y Scarlett O’Hara (mejores escenas juntos)

 

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