EE.UU. esta semana presionó a Cuba al tomar una decisión vinculada a las propiedades confiscadas por el mandato de Fidel Castro que se enmarca, según algunos expertos, en la arremetida del gobierno del estadounidense Donald Trump contra Venezuela. Incluso, la decisión parece apuntar mucho más lejos, contra la “Troika de la tiranía”, como le apoda Washington al socialismo de Cuba, Nicaragua y Venezuela, según información de El Nuevo Herald.

“Es probable que esto sea parte de una estrategia general de atacar a los tres países simultáneamente”, expresó a la AFP Fernando Cutz, ex asesor de asuntos latinoamericanos en temas de seguridad nacional para la Casa Blanca.

Es importante, recordar que Trump anunció hace dos semanas desde Miami que los días del socialismo y del comunismo estaba contado para esos tres países.

Más aun, el lunes según El Nuevo Herald después de reiteradas amenazas de invadir Venezuela para forzar la salida del mandatario Nicolás Maduro Moro, el Departamento de Estado anunció que en 30 días habilitará una cláusula que permitirá a los cubanos-estadounidenses cuyos bienes  han sido nacionalizados tras la revolución de 1959 entablar demandas contra esas empresas que hoy se benefician de esas propiedades.  

En 1996, la Ley Helms-Burton buscaba permitir tales demandas en su título III. No obstante, los gobernantes estadounidenses postergaron su entrada en vigor cada seis meses para evitar encontronazos con sus aliados europeos con intereses en la isla.

Proceso de implementación del Título III

 “Al comenzar el proceso de implementación del Título III de la Ley Helms-Burton, Estados Unidos responsabiliza al régimen cubano por sus delitos, incluyendo su apoyo a la familia criminal de Maduro”, expresó el senador estadounidense Marco Rubio y artífice de la estrategia de Trump contra el sucesor de Hugo Chávez.

Pedro Freyre, abogado de Miami experto en el embargo cubano, también lo ve así. En relación, explicó a AFP que “una de las metas del levantamiento de la prohibición es presionar a Cuba en el tema de Venezuela”.

Por su parte, la oposición venezolana culpa a Cuba de injerencia y denuncia que elementos de la inteligencia cubana integran el aparato estatal venezolano. Sin embargo, Cuba intenta unir a la comunidad internacional contra lo que denomina una agresión de EE.UU. a Venezuela.

Jorge Duany, director del Cuban Research Institute de la Florida International University (FIU), le indicó a AFP que “Portavoces del Departamento de Estado han hecho hincapié en que Cuba es uno de los principales sostenes del régimen de Maduro y la aplicación parcial del Título III está diseñada para socavar ese sostén”.

Más aun, señaló que “aunque todavía está por verse si esta estrategia política tendrá el efecto esperado, indudablemente crea un clima de incertidumbre para las inversiones extranjeras potenciales en Cuba”, al tiempo que prosiguió, recordando que tradicionalmente la política de Cuba ha sido impermeable al embargo estadounidense.

Cutz, quien acaba de incorporarse al grupo de expertos del Wilson Center en Washington, tampoco ve tan claro el impacto de la aplicación del Título III, también opinó que ha visto que le han puesto mucho atención a Venezuela. “Ahora estamos viendo que hay una nueva atención en Cuba. Entonces, creo que el paso siguiente sería implementar algún tipo de sanciones severas u otras acciones dirigidas a Nicaragua también”.

Además, aseveró que Cuba depende del petróleo venezolano y “luchará por Venezuela hasta el fin”.

Fotografía cedida por prensa de Miraflores donde se observa al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro (c), mientras participa durante el acto conmemorativo del sexto aniversario de la muerte de Hugo Chávez, este martes en el Cuartel de la Montaña, en Caracas (Venezuela)/ FOTO: EFE

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