Reino Unido desplegó este lunes la alfombra roja para el mandatario Donald Trump, en medio de pompas y banquetes prodigados por la Reina Isabel.
Trump y su esposa, Melania, fueron recibidos por la monarca de 93 años en el Palacio de Buckingham al inicio de una visita de estado de tres días que conllevará todo el protocolo de la realeza: una cena formal con la reina, té con el príncipe Carlos y un paseo por la Abadía de Westminster, la iglesia en la que se ha coronado a los monarcas ingleses durante 1.000 años.
“Estoy deseando ser un gran amigo de Reino Unido, y estoy deseando que llegue mi visita” escribió Trump en Twitter minutos antes de que aterrizara el Air Force One.
Mientras viajaba hacia la capital británica, el mandatario retomó una vieja rencilla con el alcalde de Londres, Sadiq Khan, – quien dijo el domingo que el país no debería conceder tantas atenciones a Trump – y lo describió como “un perdedor absoluto”.
Reino Unido espera que la visita consolide la denominada relación especial entre los dos países y siente las bases para un acuerdo comercial posterior al Brexit, algo que Trump ha dicho que podría ser resuelto en un futuro próximo.
Ahora bien, el presidente republicano almorzará con la reina antes de que el segundo hijo de la monarca, el príncipe Andrés, lo acompañe por la Abadía de Westminster para depositar una corona en la tumba del soldado desconocido.
Respecto al Brexit
Más allá de la pompa, todo apunta a que el viaje de Trump se convertirá en la visita de estado menos convencional de la historia reciente, según expresión de diversos medios de comunicación, entre ellos de Reuters.
El líder estadounidense ha reiterado su respaldo a los candidatos para suceder a May que han dicho que Reino Unido debe irse del bloque en la fecha de vencimiento del 31 de octubre con o sin acuerdo.
Entre ellos, se encuentra el exsecretario de Relaciones Exteriores, Boris Johnson, a quien Trump elogió en una entrevista con el periódico Sun el viernes, además del exministro del Brexit, Dominic Raab, y el ministro del Interior, Sajid Javid.
Trump también pidió que Nigel Farage, el acérrimo defensor del Brexit y azote de los conservadores de May, lleve las riendas en las negociaciones con la UE.
El Brexit es el acontecimiento geopolítico más significativo para el Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial y, de llegar a producirse, hará a Londres más dependiente de EE.UU. porque se relajarán los vínculos con los otros 27 países miembros de la UE, según expertos.