En los últimos días, un desafío se ha vuelto viral en Facebook, Instagram y Twitter, llamado «#10yearschallenge», este reto consiste en que los usuarios publiquen una comparación entre una foto suya de hace una década y una foto actual.

#10yearschallenge un reto que ha revolucionado las redes sociales

Fueron muchas las personas que les divirtió la idea del desafío y con ello muchos recuerdos y anécdotas salieron a la luz provocando grandes nostalgias. Pero no todo es lo que parece, una opinión publicada en el sitio Wired despertó las dudas acerca de las intenciones que ocultan las redes sociales tras este desafío.

La usuaria Kate O’Neil dijo que aunque la mayor parte de las fotos ya se encontraban en las redes sociales, una imagen de perfil actual comparada con una de hace 10 años podría ayudar a entrenar a un sistema de reconocimiento facial. Además, con el fin de participar del reto, muchos de los usuarios contextualizaron sus fotos con comentarios como «yo en 2008, cuando vivía en España» o «yo en 2019 volviendo en mi nueva casa». Datos que aunque no parezca, podrían ser usados.

Muchos periodistas e investigadores se mostraron en contra del comentario de O’Neil diciendo que simplemente es algo realizado por diversión y que ninguna de las redes necesita esa clase de información porque ya la poseen.

Una hipótesis sobre el #10yearschallenge dice que la privacidad podría estar en peligro

«Oh, la paranoia. Hace dos años Google Photos demostró la capacidad de emparejar a los individuos a través del tiempo y FB tiene un montón de fotos de personas identificadas a lo largo del tiempo. Este tipo de pánico moral es improductivo», escribió el periodista especializado en tecnología, Jeff Harvis.

De cualquier manera, la estrategia planteada por Wired pone en duda la utilización que le damos a las redes sociales, y lo fácil que es caer en esta clase de engaños sin darnos cuenta. Hace apenas unos años fueron creados unos juegos sociales y memes cuyo fin fue extraer y recoger datos de los usuarios sin que estos lo noten.

La pregunta es si es algo malo que Facebook utilice las imágenes para entrenar un algoritmo de reconocimiento facial. La respuesta es ambigua, por un lado, algo así podría resultar realmente beneficioso si la finalidad fuera ayudar a encontrar personas desaparecidas. Pero por otro lado, existe la posibilidad de que se desaten consecuencias que pongan en peligro la privacidad de los usuarios.

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