El llamado Doctor Milagro, conocido por su incansable labor desarrollada en el contexto del grave conflicto armado que se libra en este momento en la República del Congo, Denis Mukwege, ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2018 por desempeñar un papel fundamental en el tema de las violaciones a mujeres en el Congo por motivos del conflicto, realizando complejas intervenciones quirúrgicas para reconstruir sus partes íntimas luego de haber sido víctimas.
Mukwege, ginecólogo, fundador y trabajador del Hospital Panzi en el Congo y activista congoleño, ha tratado a miles de mujeres desde la guerra de 1998 en el Congo, por lo que fue premiado este año con el Nobel de la Paz junto a Nadia Murad, por sus esfuerzos para erradicar la violencia sexual como arma en guerra y en conflictos armados.
La ceremonia de premiación se llevó a cabo en el ayuntamiento de la ciudad de Oslo en Noruega, este lunes 10 de diciembre.
¿Quién es Denis Mukwege?
Denis, un hombre de 63 años nacido en la ciudad de Bukavu, es el hijo de un pastor evangélico pentecostal.
Es médico, activista, ginecólogo y obstetra. Realizó sus estudios secundarios en el Instituto Bwindi de Bukavu, donde obtuvo un título en bioquímica en 1974.
Más tarde, en 1976, tras estudiar dos años en la Facultad Politécnica de la Universidad de Kinsasha, ingresa a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buyumbura.
Para 1984 obtiene el diploma de médico, iniciando su vida profesional en el Hospital de Lemera, al sur de Bukavu.
Un año más tarde, en 1984, Kwege obtuvo una beca de la Swedish Pentecostal Mission (Misión Pentecostal de Suecia) para cursar una especialización en ginecología en la Universidad de Angers, ubicada en Francia. Al obtener el título especializado en ginecología, fundó Esther Solidarité France-Kivu, una asociación dedicada a ayudar en su región de origen.
En septiembre de 2015 obtuvo el título de Doctor en Ciencias Médicas en la Universidad Libre de Bruselas tras haber desarrollado una tesis titulada Etiología, clasificación y tratamiento de fístulas de traumatismo genital y digestivo bajo en el este de la República Democrática del Congo.
En 2008, por sus significativos aportes en la promoción y protección de los Derechos Humanos, recibió el premio Olof Palme y el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
En 2009 recibió la distinción de Caballero de la Legión de Honor por parte de la Orden Nacional de Honor de Francia. También, en 2014, recibió el premio Sájarov por su trabajo a favor de las mujeres víctimas de violencias sexuales.
Su historia
Hace casi 20 años, Mukwege estableció el Hospital Panzi en la ciudad de Bukavu, al este de la República Democrática (RD) del Congo tras haber tenido una experiencia impactante tratando a una mujer que había sido violada y mutilada a manos de hombres armados.
En una entrevista para BBC, relató la terrible y grave lesión que la habían provocado a la paciente, a quien no sólo violaron sino que impactaron balas contra sus genitales y muslos.
El hosipital Panzi atiende a más de 3.500 mujeres en estas condiciones al año y, algunos días, Mukwege realiza hasta 10 operaciones diarias.
«Inicié un hospital hecho con carpas. Construí una sala de maternidad con un quirófano. En 1998 todo fue destruido nuevamente. Así que comencé de nuevo en 1999», expresó Mukwege en 2013.
El este de RD Congo ha sufrido durante más de dos décadas los impactos del conflicto armado -del cual se habla poco- con numerosos grupos armados que luchan entre sí por el control de los muy ricos yacimientos de oro y otros minerales preciosos que se hallan en la región.
Numerosas y diferentes milicias de la región han sido acusadas de violar indiscriminadamente a las mujeres de Bukavu. En 2010, un alto funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calificó a RD Congo como ‘la capital mundial de la violación’.
«El conflicto en la República Democrática del Congo no es entre grupos de fanáticos religiosos. Tampoco es un conflicto entre Estados. Es un conflicto causado por intereses económicos, y la forma en que se está librando es destruyendo a las mujeres congoleñas», denuncia Mukwege.
En septiembre de 2012, tras haber sido atacado por hombres armados que irrumpieron en su casa y retuvieron como rehenes a sus hijas por algún tiempo, Mukwege huyó a Suecia junto a su familia y luego a Bélgica. Esto sucedió un mes después de haber criticado al gobierno del presidente del Congo, Joseph Kabila y otros países por no hacer lo necesario para detener »una guerra injusta que ha utilizado la violencia contra las mujeres y la violación como estrategia de combate» durante un discurso ante la ONU. Un amigo de confianza de Mukwege quien era guardia de seguridad, fue asesinado durante este ataque.
Regresó a su lugar de origen en 2013 cuando un grupo de mujeres locales inició y desarrolló una campaña para recaudar fondos que pagaran su boleto de regreso. Actualmente, el doctor Mukwege vive bajo la protección permanente de las fuerzas de paz de la ONU en su hospital.
«Después de ese gesto realmente no pude decir que no. Además, estoy decidido a ayudar a combatir estas atrocidades, esta violencia… Mi vida ha tenido que cambiar desde que regresé.
Ahora vivo en el hospital y tomo una serie de precauciones de seguridad, así que perdí algo de mi libertad», relató en el programa Outlook de la BBC en 2013.
Foto de Mukwege celebrando la premiación junto al equipo del hospital Panzi.
Mukwege, en una breve entrevista para el comité del Nobel, contó que se encontraba operando en el medio del quirófano cuando escuchó a la gente llorar y conoció las noticias acerca del premio.
Expresó lo mucho que le conmueve ver el rostro de las mujeres que han sido reconocidas a través de este reconocimiento y su felicidad por ello.