No debes lavar el pollo crudo antes de cocinarlo. Eso es lo que dicen los expertos después de que se publicó un nuevo estudio del consumidor de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).

En él, los investigadores dicen que lavar el pollo en realidad aumenta el riesgo de contaminación y enfermedades transmitidas por los alimentos.

“Algunos consumidores piensan que están eliminando bacterias y haciendo que sus carnes o aves sean seguras”, indicó el equipo del USDA.

“Sin embargo, algunas de las bacterias están tan fuertemente unidas que no puedes eliminarlas sin importar cuántas veces te laves“, aclaró.

Otras cepas de bacterias se enjuagarán, pero esto no es necesariamente algo bueno.

El pollo crudo casi siempre contiene Campylobacter, una cepa de bacterias que causa diarrea, fiebre y calambres. La carne también puede contener: Salmonella, Clostridium perfringens y otras bacterias.

“Las salpicaduras de agua, sostener el pollo en las manos e incluso los jugos que corren por el fregadero crean un mayor riesgo de contaminación y enfermedad”, advirtió Kristin Kirkpatrick, autora de “Skinny Liver” y gerente de servicios de nutrición de bienestar en el Cleveland Clinic Wellness Institute.

¿Qué pasa con las soluciones antibacterianas?

Las salpicaduras de agua pueden propagar rápidamente los gérmenes transmitidos por los alimentos a través de su cocina, pero ¿qué pasa con los agentes antibacterianos como el jugo de limón y el vinagre blanco?

Los expertos dicen que no importa si se enjuaga con agua, jabón o un agente antibacteriano. Todos presentan riesgos.

“No recomiendo ninguno de estos métodos, ya que todos implican lavar el pollo“, dijo Kirkpatrick.

Incluso, Katie Ferraro, dietista y consultora de nutrición le dijo al portal Healthline que “lavar el pollo o la carne en realidad puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por los alimentos a medida que contamina más fácilmente otras partes de su cocina cuando lo hace”.

“Utilizo guantes culinarios para manipular el pollo directamente del envase a la sartén o al plato para hornear“, dijo.

Por otro parte, Kirkpatrick recordó que “cocinar las aves de corral a su temperatura interna correcta de 165 grados Fahrenheit matará las bacterias”.

Además, el USDA recomienda hornear, asar a la parrilla y hervir para preparar alimentos, siempre que la carne alcance la temperatura interna necesaria.

Kirkpatrick sugiere otras formas simples de prevenir la contaminación y la enfermedad:

  • Use tablas de cortar separadas para verduras, carne y aves. Muchas tiendas tienen códigos de colores para recordar.
  • Lávese las manos con frecuencia cuando manipule carnes y aves, incluso cuando use guantes.
  • Tome la temperatura de las carnes y aves para asegurarse de que haya alcanzado temperaturas de cocción internas aceptables.
  • Almacene la carne y las aves de corral en el estante inferior del refrigerador para evitar que los jugos caigan sobre los alimentos frescos.
  • Mantenga los alimentos fríos en hielo y los alimentos calientes en dispositivos calientes, como platos para frotar, si se sirve durante un período prolongado (como en un buffet).

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here