Este domingo, la cancillería peruana rechazó las acusaciones de xenofobia de Estado por parte del canciller venezolano, Jorge Arreaza, tras diversas denuncias en las redes sociales de incidentes de odio contra la migración del país caribeño en la nación andina.
A través de un comunicado, el gobierno del Perú calificó las acusaciones de “infundadas”, pues el país suramericano, uno de los principales destinos de los migrantes venezolanos, ha acogido a más de 850.000 nacionales del país que actualmente se encuentra en medio de una crisis humanitaria.
En este sentido, el gobierno de Martín Vizcarra ha resaltado que el Perú es un país multicultural que “ha integrado a su vida nacional a migrantes de distintos orígenes” y que “más de tres millones de peruanos residen en el exterior”, por lo que “las autoridades nacionales siempre dirigen sus mejores esfuerzos para facilitar una migración ordenada y segura”.
Asimismo, la cancillería peruana aseveró que su país ha renovado su “tradicional política de Estado de promoción y defensa de los derechos humanos sin discriminación alguna. Por ello, el Gobierno del Perú condena sin excepción toda forma de xenofobia”.
El comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú llega en medio de la polémica por varios incidentes de odio en el país suramericano contra los migrantes venezolanos, todos difundidos a través de vídeos en las redes sociales en los que se ve a una mujer ser agredida por presuntos policías; a unos uniformados, presuntamente del grupo nacionalista “Etnocacerismo”, decir que no permitirán la entrada al Perú de “ni un miserable venezolano”, así como de una marcha de ciudadanos que gritan consignas contra esta nacionalidad.
Al respecto, el canciller chavista, Arreaza, aseguró en su misiva que el gobierno peruano promueve y permite “la segregación y xenofobia contra los ciudadanos que ejercen su legítimo derecho a la movilidad humana y que deben ser protegidos por las instituciones y las leyes del país receptor”.
El gobierno del régimen de Maduro también calificó los actos como “bochornosos e inhumanos” y aseguró que son “permitidos o cometidos por autoridades del Gobierno de Perú e instigados por campañas de odio contra el gentilicio venezolano”.
En este sentido, la cancillería venezolana también aseguró que estas acciones son parte del “plan de agresión contra Venezuela, instigado por varios gobiernos racistas de la región, en componenda con la oposición venezolana”.
Los actos de xenofobia en Perú suceden en medio de las diversas deportaciones de ciudadanos venezolanos con antecedentes penales, así como el refuerzo a la seguridad migratoria en el país inca.
No obstante, también están enmarcados en la consternación de la ciudadanía peruana por el doble descuartizamiento en el hostal de San Martín de Porres, crimen en el que varios venezolanos estarían implicados, incluyendo un menor de 16 años.