Canadá y algunas partes de noreste de Estados Unidos en estos momentos se encuentran atravesando una ola de calor sin precedentes, con temperaturas cercanas a los 50 °C.
Un fenómeno causado por un domo de calor de aire caliente de alta presión que se va extendiendo de California hasta todos los territorios árticos. Para lo que solamente en Vancouver se han registrado desde hace cinco días alrededor de 130 muertes repentinas, considerándose el calor extremo un factor determinante.
Impacto del calor en el cuerpo
Independientemente de si nos encontramos en una tormenta de nieve o en una ola de calor, nuestro cuerpo va a esforzarse por mantener estable la temperatura a 37,5 °C la cual es la que nuestro cuerpo ha evolucionado para poder funcionar.
Pero a medida que el mercurio va aumentando al cuerpo le toca trabajar mucho mas para poder mantener baja su temperatura central. Abriéndose más vasos sanguíneos cerca de la piel que permitan soltar calor y por ende comenzar la sudoración para perder el calor en la piel.
Cuanto más aumentan las temperaturas mayores es la tensión y los vasos sanguíneos abiertos conducen a que se ejerza una presión arterial más baja, por ende, el corazón va a trabajar más y bombeará más rápido empujando la sangre a todo el organismo. Causando síntomas leves como sarpullidos o pies hinchados.
En caso de que la presión baje mucho la sangre no va a poder llegar a los órganos que la requieren y aumenta el riesgo de sufrir ataques cardiacos.
De igual manera, la sudoración lleva a una perdida de sal y líquidos, cambiando el equilibrio de estas en el cuerpo y en combinación con la presión arterial baja puede causar agotamiento por calor, con síntomas como mareos, confusión, desmayos, náuseas, calambres, dolor de cabeza, etc.
¿Qué hacer si se observa a alguien sufrir de agotamiento a causa del calor?
El consejo para esto es trasladar a la persona a un lugar fresco para que se acueste y levante un poco lo pies. También se le debe de dar mucha agua o bebidas deportivas de hidratación.
Si la piel se encuentra muy caliente hay que rociarla o pasar sobre ella una esponja con agua fría o poner compresas alrededor del cuello y axilas.
En caso de que la persona no se recupere pasados 30 minutos, lo que significa que tiene es un golpe de calor y esta es una emergencia médica, para lo que es recomendable llevarla a un hospital.
También existe la posibilidad de que una persona tenga insolación, por lo que pueden dejar de sudar, superando una temperatura de 40 °C y presentar convulsiones o perdida del conocimiento.
¿Quiénes corren más riesgo?
Las personas sanas deberían de poder hacer frente a una ola de calor utilizando siempre el sentido común. Sin embargo, hay otras que corren un mayor riesgo. Siendo el caso de las personas de edad avanzada o los que padecen algunas enfermedades como afecciones cardiacas, que tienen menos control de la tensión que calor ejerce en el cuerpo.
El hecho de padecer de diabetes tipo 1 o 2 puede generar que el cuerpo pierda agua rápidamente, alterando los vasos sanguíneos y la capacidad para sudar.
Respecto a lo niños o bebes, ellos tienen menor movilidad y pueden ser muy vulnerables. Incluso personas que sufren de demencia pueden quedar inconscientes por el calor.
El calor mata
Cada año son miles de personas que mueren a causa de las altas temperaturas. La mayoría por ataques cardiacos y accidentes cerebrovasculares que son ocasionados por el esfuerzo de tratar de mantenerse estables en cuanto a su temperatura corporal.
La tasa de mortalidad aparece cuando el termómetro supera los 26 °C, pero l evidencia sugiere que las muertes son causadas por temperaturas más altas.
La evidencia en cuanto a las olas de calor anteriores es que las muertes empiezan a ocurrir dentro de las primeras 24 horas de la ola de calor. Contrastando a las olas de frio, que son mortales también, pero tardan un poco más en tener impacto.
El consejo para combatir las olas de calor es mantenerse fresco e hidratado. Beber agua o leche es lo recomendable y no se aconseja el consumo de alcohol, ya que este aumenta el riesgo de deshidratación.
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