Este martes, el secretario de Estado de los Estados Unidos de América, Mike Pompeo, pidió a su homólogo ruso Serguéi Lavrov que su país reconozca a Juan Guaidó, jefe del Parlamento venezolano, como presidente interino de la nación latinoamericana.
“Cuanto más permanezca Nicolás Maduro en el poder, más profunda será la miseria de los venezolanos. Hemos pedido al gobierno ruso que apoye las aspiraciones democráticas y la legitimidad del presidente interino Juan Guaidó”, explicó Pompeo tras un encuentro con el canciller Lavrov.
En este sentido, Pompeo también se pronunció a favor de una transición democrática que conduzca a la realización de elecciones libres en Venezuela, país que actualmente vive su más grave crisis política y socioeconómica.
Lavrov, por su parte, aseguró que es el pueblo venezolano el que debe liderar un hipotético cambio gubernamental. Asimismo, recordó que Rusia apoya los procesos de negociación entre las fuerzas políticas en Venezuela como el que auspició Oslo en Noruega y Barbados a mediados del año en curso.
“Una mesa de negociación entre la oposición y el gobierno debe ser la solución”, enfatizó Lavrov.
De acuerdo a la publicación, de hecho, el jueves pasado se realizó una reunión dirigida por el vicepresidente Mike Pence con el fin de reevaluar la ayuda de Washington a la oposición de Caracas.
Asimismo, fuentes gubernamentales aseguraron a Bloomberg que Estados Unidos estaba considerando alienarse con Rusia, uno de los mayores aliados del régimen chavista, con el fin de acelerar el cambio administrativo.
Estados Unidos fue el primer país del mundo en reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela tras su juramentación en un Cabildo Abierto a principios de año.
Tras la pronunciación del país norteamericano, otras naciones se unieron en el gesto, y actualmente suman 60 gobiernos los que reconocen al líder del partido Voluntad Popular, al cual también pertenece Leopoldo López.
Rusia vuelve a negar injerencia en las elecciones de 2016 de EE.UU.
Además de conversar sobre Venezuela, tema que es de los principales en los encuentros bilaterales alrededor del mundo, Pompeo y Lavrov también conversaron sobre la supuesta interferencia rusa en las pasadas elecciones presidenciales de Estados Unidos.
Al respecto, el canciller Lavrov aseguró que no se ha podido comprobar la supuesta injerencia, porque no existe nada que avale la acusación.
“Todas las alegaciones de nuestra injerencia son carentes de base, no hay pruebas. Nadie nos ha dado estas pruebas, porque simplemente no las hay”.
Lavrov, igualmente, aseveró que solicitó al gobierno de Barack Obama, así como al actual de Donald Trump, las presuntas pruebas y en ningún momento ha obtenido respuesta.