Este martes, se desarrollaron en Irak varias protestas a lo largo del país en rechazo al desempleo y la corrupción, que dejaron un total de dos personas fallecidas y 200 heridos, de acuerdo a autoridades locales.
Según una fuente policial anónima, en declaraciones para EFE, los manifestantes arrojaron piedras y botellas vacías hacia los funcionarios de seguridad, quienes respondieron con bombas lacrimógenas.
De acuerdo a AFP, por su parte, las fuerzas de seguridad utilizaron municiones reales con el fin de hacer frente a los disturbios tanto en Bagdad como en la provincia de Zi Qar, al sur del país.
Nada más en la capital iraquí hubo un muerto y unos 200 heridos, entre los cuales figuran 160 civiles y 40 policías, de acuerdo a un comunicado del Ministerio de la Salud.
En esta ciudad, más de un millar de personas fueron las que tomaron las calles en rechazo a los problemas económicos que vive la nación del suroeste asiático, mientras que en Zi Qar otros miles de manifestantes hicieron sentir su inconformidad con la situación de escasez crónica de electricidad y agua potable que han dejado la corrupción y las guerras.
“Un manifestante murió y otros dos resultaron heridos, uno de ellos de gravedad, en tanto 25 miembros de las fuerzas del orden también sufrieron heridas”, informó Abdel Husein al Jaberi, director de salud de la provincia.
Al respecto de la violencia vivida en Irak este martes, los ministerios de Interior y Sanidad, a través de un comunicado conjunto, hicieron un llamado a “la calma y el autocontrol” en las manifestaciones. Igualmente, aseguraron que se “solidarizan” con la libertad de expresión, protegida por la Constitución iraquí.
En este sentido, las fuerzas de seguridad reforzaron su presencia en la Zona Verde, donde generalmente se realizan las manifestaciones que acaban derivando en enfrentamientos debido a la ubicación de varias instituciones en este lugar.
A pesar de las promesas de Adel Abdelmahdi, primer ministro iraquí, de combatir la corrupción y los problemas económicos que dificultan la vida en la nación, en los últimos meses se han registrado varias protestas por estos motivos.
En 2018, también se vivieron diversas manifestaciones en varias ciudades del país islámico, sobre todo en la petrolera Basora (sur), con el fin de rechazar la corrupción y los problemas económicos que sufre la ciudadanía tras la salida del poder de Sadam Husein, quien fue derrocado por tropas estadounidenses en el año 2003.
De acuerdo a la organización Transparency International, Irak es el decimosegundo país más corrupto del mundo.