Kim Kardashian West reveló que casi perdió millones de dólares cuando cambió el nombre de su línea SKIMS Solutionwear antes llamada Kimono.

En junio, Kardashian West enfrentó acusaciones de apropiación cultural cuando anunció que lanzaría una nueva línea de fajas llamada Kimono.

Acto seguido, la gente comenzó a criticar a Kim por reutilizar el nombre de una prenda tradicional japonesa para su propio beneficio personal. Incluso el alcalde de Kyoto, Daisaku Kadokawa, le escribió  una carta abierta pidiéndole que cambiara el nombre de su nueva línea. Poco después, Kardashian West se disculpó y explicó que en su lugar llamaría a la línea SKIMS Solutionwear.

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Finally I can share with you guys this project that I have been developing for the last year. I’ve been passionate about this for 15 years. Kimono is my take on shapewear and solutions for women that actually work. I would always cut up my shapewear to make my own styles, and there have also been so many times I couldn’t find a shapeware color that blended with my skin tone so we needed a solution for all of this. The third pic is the solution short. I developed this style for all of those times I wanted to wear a dress or skirt with a slit and still needed the support. Introducing Kimono Solutionwear™ for every body. Coming Soon in sizes XXS – 4XL in 9 shades. I can’t wait for you to feel this fabric!#KimonoBody @kimono Photos by Vanessa Beecroft

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Ahora Kim se ha abierto sobre el escándalo de apropiación cultural en un nuevo episodio de Keeping Up With the Kardashians.

En KUWTK , Kim dijo: “¿Quién pensaría que quisiera hacer algo irrespetuoso? Dicen que estoy apropiándome culturalmente. Mi intención nunca fue ofender a nadie”. Luego agregó: “Trajimos el nombre a los minoristas. Hubo muchas personas que podrían haber intervenido y dijeron que sentían que esta no era una marca apropiada y nadie lo hizo. Tonta e ignorante, nunca pensamos que sería un problema”.

Kim también reveló por qué no cambió el nombre al instante tan pronto como recibió una reacción violenta sobre él.

Hablando con Scott Disick sobre la controversia, ella explicó: “En un mundo perfecto, si pudiera decir que cambiemos el nombre, y sería así de fácil, lo haría en un instante pero imprimí el logotipo dentro de todas las prendas. Cientos de miles. Perderíamos como $ 10 millones”.

Finalmente, el alcalde de Kyoto ayudó a Kim a darse cuenta de que tenía que cambiar el nombre. “Fue muy atento y muy amable, me explicó el significado del kimono y por qué eso es tan importante para su cultura. Definitivamente no quería faltarle el respeto a una cultura. De eso no se trata la marca, se trata de la inclusión, se trata de la comodidad, no se trata de incomodar a las personas”

Me siento un poco tonta. ¿Por qué no pensamos en esto? Es una mierda que sea tan público y que todos puedan ver los errores de la marca mientras están en vivo, pero tengo simplemente que calmarme. Todo sucede por una razón, añadió.

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