El principal oficial militar de Sri Lanka ha sido puesto bajo custodia, acusado de encubrir asesinatos de la era de la guerra civil. El jefe de Estado Mayor de la Defensa, Ravindra Wijeguneratne, compareció ante el tribunal luego de que se emitieron las órdenes de detención.
Los fiscales dicen que protegió al principal sospechoso, un oficial de inteligencia naval que supuestamente asesinó a 11 jóvenes en las etapas finales del conflicto con los separatistas rebeldes tamiles.
El oficial estará bajo custodia hasta el 5 de diciembre. El almirante Wijeguneratne niega las acusaciones.
A principios de noviembre se emitieron tres órdenes de arresto contra su persona, pero al almirante le tomó hasta ahora presentarse ante el tribunal de magistrados, vestido con su uniforme militar y flanqueado por oficiales de la marina y simpatizantes.
Su solicitud de libertad bajo fianza fue rechazada. Varios periodistas dicen que fueron atacados mientras cubrían los procedimientos.
Decenas de miles de tamiles, y el liderazgo rebelde, fueron asesinados al final del conflicto, en el que ambos bandos fueron acusados de atrocidades.
Los grupos de derechos humanos han pedido durante mucho tiempo el procesamiento, pero hasta ahora no ha habido ninguno.
El oficial naval que habría sido protegido por el almirante fue detenido en agosto. Los cuerpos de los 11 jóvenes, la mayoría de ellos tamiles, nunca fueron encontrados.
La policía había dicho previamente en el tribunal que la mayoría de los secuestros ocurrieron en Colombo entre el 2008 y el 2009 y fueron un intento para extorsionar a un grupo liderado por algunos oficiales de la marina.
¿Cuál fue el costo de la guerra?
La guerra civil de 26 años dejó al menos 100.000 personas muertas en ambos lados del conflicto. Los Tigres tamiles dijeron que estaban luchando por una patria para los tamiles minoritarios en el norte de Sri Lanka.
Todavía no hay cifras confirmadas, pero se hablan de decenas de miles de muertes de civiles en los últimos meses de batalla, así como cientos de miles de civiles atrapados en el territorio controlado por los Tigres Tamiles (LTTE) en el noreste.
Mientras que las fuerzas gubernamentales fueron acusadas de bombardeos indiscriminados que causaron bajas masivas, se alega que los rebeldes tigres tamiles utilizaron a civiles como escudos humanos y dispararon a personas que intentaban escapar.
Actualmente, persisten denuncias de que el ejército mató a líderes rebeldes, incluso después de que se rindieran o fueran capturados y la ONU admitió en 2012 que podría y debería haber hecho más para proteger a los civiles.
El canal 4 y la ONU han documentado numerosas atrocidades cometidas durante la guerra.
Una investigación dijo que era posible que hasta 40.000 personas hubieran muerto en los últimos cinco meses. Otros sugieren que el número de muertes podría ser aún mayor.