Desde este viernes, continuando hasta el sábado, la localidad de Paradise ubicada en el norte de California, sufrió el más grande y mortal incendio en la historia del Estado desde que hay registros. La búsqueda de víctimas aún no termina. Cinco días tras el comienzo del incendio, hay aún 200 personas que no han sido halladas y sus familiares continúan buscando. Entre el domingo y el lunes fueron hallados 19 cuerpos, elevándose la cifra provisional a 42 personas que han sido víctimas de las llamas en California.
Hasta ahora, el fuego ha destruido, aproximadamente, 45.000 hectáreas de terreno, destruyendo más de 6.000 construcciones, la mayoría de ellas viviendas. La ciudad de Paradise, que cuenta con más de 26.000 habitantes, ha quedado arrasada. Se ha dado la orden para que miles de personas evacúen obligatoriamente ciertas zonas.
Woolsey Fire
Según los registros, el llamado ‘Camp Fire’ o ‘Woolsey Fire’ es el incendio más mortal que ha habido en la localidad de California desde 1993. Además, es el que ha logrado provocar más pérdidas materiales.
El consenso científico acerca de las causas del incendio es que California está sufriendo las consecuencias de un brusco cambio climático. Estos incendios se han producido luego de cinco años de grave sequía, seguidos de un año bastante húmedo, condiciones que dejaron el campo y los matorrales casi »llenos de combustible» para el incendio. El campo de California es una localidad con una fuerte tendencia a incendiarse, a esto, se le suma una sequedad extrema e inusual. Asimismo, la actividad humana ha tenido una fuerte influencia en las zonas rurales, donde las urbanizaciones se extienden por la naturaleza, aumentando el riesgo de ignición por accidente.
Los fuertes vientos de California son otro factor que incrementa la velocidad con la que los incendios se extienden. No obstante, cesaron un poco el sábado, permitiendo a los equipos de emergencia rociar con retardante puntos clave dentro del perímetro del incendio en un esfuerzo por prevenir que empeoraran las condiciones en cuestión de horas. El domingo volvió a soplar el viento, incrementando la extensión de los incendios, lo que provocó la destrucción de 36.000 hectáreas de montañas y cañones llenos de mansiones y ranchos.
Daños causados
Al menos 370 casas han sido destruidas, es lo que se ha estimado preliminarmente pues los bomberos aún no han podido acceder aciertas zonas. Entre las casas destruidas se encuentran las de personas famosas como Liam Hemsworth, Neil Young, Gerard Butler, Miley Cyrus y muchas otras.
Se ha logrado controlar el fuego en un 30%, pero los fuertes vientos hacen que la prioridad absoluta sea contener su expansión y salvar todas las vidas posibles. Apenas el lunes empezaron a levantarse algunas restricciones en ciertas localidades para que las personas volvieran a sus casas, pero no en el centro de las montañas.