Violeta del Carmen Parra Sandoval vino al mundo en Santiago de Chile el 4 de octubre de 1917. De condición humilde, fue hija de un profesor de música y de una campesina, una madre que se afanaba a su máquina de coser para sacar a la familia adelante.
De niña pasó la viruela. Ya mostraba entonces su inclinación artística jugando y disfrazándose de personajes cirquenses con sus hermanos. Acabó los estudios primarios, pero abandonó la escuela tras el primer año para ayudar a su familia trabajando en el campo. Con su padre gravemente enfermo, sobrevivió junto a sus hermanos saliendo a cantar por todo tipo de locales y antros, incluso en burdeles.
Nunca fue una mujer conformista. Dejó la Escuela Normal de Niñas para hacer lo que más le gustaba, cantando en bares, quintas y locales de barrio junto a su hermana Hilda con la que formaron un dúo de música folclórica, Las Hermanas Parra.
Su gusto por el folclore le llevó a recopilar canciones tradicionales por los barrios de Santiago de Chile, donde conoció a Pablo Neruda. Animada por su hermano Nicanor, Violeta abandonó estereotipos musicales, como los boleros, para desarrollar el folclore chileno del campo en su repertorio, lo que le hizo enraizar lo valores identitarios chilenos y divulgarlos en sus canciones. Esta labor le valió ser reconocida como una de las principales folcloristas, no sólo de Chile, sino de América del Sur.
En 1938 contrajo matrimonio con un obrero ferroviario y militante comunista, quién despertó en ella su interés e ideología política, y que influyó y manifestó a partir de entonces en su cancionero.
Su contribucíón artística y músical se considera de un gran valor y trascendencia que ha influido en otros artistas posteriores, muchos de los cuales han versionado sus canciones, y no sólo artistas chilenos.
Su cancionero se considera la piedra maestra de lo que después se denominó “la nueva canción chilena”. Por su aportación a la cultura popular, el día de su nacimiento se celebra “El día de la música y de los músicos chilenos”.
Se cumplen 52 años de la desparición de la cantautora Violeta Parra, una mujer revolucionaria de su época, no sólo por poner en valor la música tradicional chilena, sino por ser pionera de temas vanguardistas como la lucha contra el abuso y el maltrato que sufren las mujeres, según explica la actriz Marcela Schulz, gestora del evento “La fuga de Violeta Parra” que viene realizando durante los últimos 30 años en memoria de Violeta Parra. Marcela señala que sus canciones y poesías tienen una visión contestataria y política que debiera ser replicada y reivindicada en nuestro tiempo.
En medio de la crisis venezolana, Nicolás Maduro tuvo un momento para recordar en un tuit a Violeta Parra: “La patria grande recuerda los 52 años del paso a la eternidad de la cantaora popular, Violeta Parra. Creadora extraordinaria que le cantó al amor, a los oprimidos del mundo y encarnó la lucha por la justicia social de la mujer latinoamericana, a través de su poesía”.
Violeta Parra no sólo se retrotraía a su orígenes, sino que tenía una mente reivindicativa abierta al mundo. A la muerte del político español Julián Grimau cantó: “Miren como nos hablan de libertad, cuando de ella nos privan en realidad”.
También cantó, entre otros temas, a la hipocresía de las campañas electorales de los políticos “miren como sonrien los presidentes cuando hacen promesas al inocente”, a los pueblos oprimidos como el chileno Mapuche, a la desigualdad social y en agradecimiento a los estudiantes que se suman a las actividades sociales y políticas, “Me gustan los estudiantes”.
Así la versiona Mercedes Sosa…
