Unos 10.000 “pañuelos rojos” marchan este domingo en París, al principio iban a expresarse a favor de Macron; pero extendieron la manifestación en defensa de las instituciones y el retorno a la calma.
La lluvia no detuvo a los “pañuelos rojos”
Unos 10.500 “pañuelos rojos”, según la sede de la policía de París, marcharon este domingo bajo la lluvia, desde la Plaza de la Nación a la Bastilla para “defender la democracia y las instituciones” ante la violencia y disturbios que se han presentado en las manifestaciones de los chalecos amarillos.
El nuevo movimiento que nació en las redes sociales, en un principio saldría a expresarse a favor de Macron, pero posteriormente, ampliaron sus argumentos en pro de la defensa de las instituciones y el retorno a la calma del país.
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La Francia silenciosa, se manifiesta por la paz
El jefe de la procesión cantaba “¡Sí a la democracia, no a la revolución!” bajo una pancarta donde expresaba: “Detengan la violencia”.
Los manifestantes en sus filas lucían algunas banderas francesas y un puñado de banderas europeas, todos ellos atendiendo el “llamado a la mayoría silenciosa que lleva diez semanas escondida en su casa”, en palabras de Laurent Soulié, iniciador de la marcha, quien propuso la idea a mediados de diciembre, antes de unirse al colectivo de «pañuelos rojos».
Muchos de los adeptos de los «pañuelos rojos» que participaron en la protesta dicen que han compartido algunas de las quejas de los «chalecos amarillos», pero rechazan la violencia “contra las instituciones”.
No es una manifestación contra los ‘chalecos amarillos’, es una manifestación para decir: tienes reclamaciones, las escuchamos, pero hay otro lugar que la calle para discutir, no vamos a bloquear el país y la economía porque consideramos que el presidente es ilegítimo.
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Dijo el senador de la AFP, Francois Patriat (LREM), que estaba en el lugar.
Laurent Soulié simpatiza con La República en Marcha (LREM), aunque la mayoría del partido aún están lejos de apoyar esta iniciativa, incluso contando con la presencia de quince diputados, entre ellos Olivia Grégoire y Jean-Michel Fauvergue y seis senadores en la manifestación.
Richard Ferrand, presidente de la Asamblea Nacional dijo:
Esta marcha y este enfoque tienen toda mi simpatía y, sin embargo, no participaré” porque “parecería de inmediato que se trata de una recuperación.
Al llegar a la Plaza de la Bastilla, fueron recibidos entre burlas e invectivas de unos pocos ‘chalecos amarillos’ colocados en los escalones de la ópera, bajo dos pancartas: “Destrucción de Macron” y “Todo está ardiendo”.
