Este  lunes los astilleros españoles Navantia -la empresa pública española dedicada a la construcción naval- y la también estatal Saudi Arabian Military Industries (SAMI) firmaron un acuerdo para crear una empresa conjunta que desarrollará sistemas de gestión de combate para las corbetas de las fuerzas armadas saudíes.

Según informó Antonio Barberán, jefe ejecutivo de la alianza, en la exhibición militar IDEX en Abu Dabi, la mayor feria de Defensa Internacional de la región de Oriente Próximo y Norte de África, la sociedad se llamará SANNI (SAMI Navantia Naval Industries) y se adaptará e integrará a los sistemas ya desarrollados por la compañía española, además, estará controlada en un 51% por la parte saudí, mientras que el 49% restante estará en manos de la contraparte española.

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Es importante recordar que ambas empresas mantienen alianzas y que en noviembre acordaron construir cinco corbetas en los astilleros españoles para la armada del país árabe. Una operación que alcanza un importe de 1.800 millones de euros y que representa la mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero.

Ahora bien, el portal Publico de Madrid, explicó que “en cuanto a su impacto en empleo, se calcula que durante cinco años se generarán anualmente cerca de 6.000 ocupados directos e indirectos gracias a este contrato. De ellos, más de 1.100 serán empleados directos, más de 1.800 empleados de la industria auxiliar de Navantia y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores”.

Relación comercial en materia militar

El pasado septiembre, Margarita Robles Ministra de Defensa española, anunció que suspendía la venta de 400 bombas de precisión al país árabe por las sospechas sobre la violación de derechos humanos en el conflicto abierto en Yemen.

El portal RT comunicó que el anuncio de la ministra se produjo después de que un bombardeo saudí acabara con la vida de entre 25 y 40 niños que se dirigían en autobuses escolares a un campamento de verano. Más aun indicó que “ante el peligro de que también se suspendiera la construcción de las cinco corbetas que ejecutará Navantia, el Gobierno español acabó rectificando y las bombas finalmente fueron enviadas”.

En el mismo mes que se formalizó el contrato de los navíos, el Parlamento Europeo pidió  el cese de la venta de armas a Arabia Saudita por la continua vulneración del Derecho Internacional Humanitario que se está produciendo en Yemen. En consecuencia, países como: Suecia, Canadá, Finlandia, Noruega, Bélgica o Alemania han seguido su mandato.

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