Italia se encuentra sin duda en medio de la emergencia sanitaria histórica más caótica del siglo. La angustia y la desesperación se apoderan no solo de los pacientes y familiares, sino también del personal médico y asistencial. Daniela Trezzi, una enfermera de 34 años de edad fue diagnosticada con coronavirus la pasada semana, la carga de estrés y el temor de contagiar a sus compañeros, incluso sus familiares fue tal, que decidió quitarse la vida ayer martes 24 de marzo.
Así lo informó la Federación Nacional de Enfermeras en un comunicado en donde expresó sus condolencias y conmoción por el hecho acontecido. En Lombardía uno de los pueblos más afectados, los hospitales y centros de atención se convirtieron en «vehículos de propagación» pues los pacientes contagian a otros pacientes y estos a los médicos y enfermeras y así sucesivamente hasta generar el caos pandémico que ha caracterizado a Italia todo este mes.
Las enfermeras suicidas son sólo el comienzo
De la cifra de contagiados global en Italia que asciende a más de 74.000 casos, al menos unos 5000 son personal médico y asistencial de la crisis. Algunos con síntomas leves se niegan a dejar de trabajar para guardar reposo por lo que terminan muriendo en igual de condiciones que las personas que llegan infectadas.
Trezzi no es la única de las enfermeras suicidas reportadas en las últimas semanas. Un caso similar sucedió en Venecia pero esta vez sin eco de los medios de comunicación. “Cada uno de nosotros ha elegido esta profesión para bien y, desafortunadamente, también para mal: somos enfermeras”, expresaron en un comunicado. “La condición y el estrés al que están sometidos nuestros profesionales está bajo la supervisión de todos”