La sábila o Aloe vera es una planta a la cual le atribuyen propiedades curativas casi milagrosas. Es que sus hojas contienen una especie de gel que tiene vitaminas y minerales con innumerables propiedades curativas.

Es casi imposible que exista alguien en el planeta Tierra que no haya escuchado hablar de los beneficios del aloe vera o sábila. Su poder “mágico” se ha aprovechado desde tiempos antiguos, donde ya era usado con fines medicinales e incluso para tratamientos de belleza.

Una de las grandes virtudes del aloe vera es que puede ser aprovechado para uso externo e interno. Tanto en presentación tópica sobre la piel, como ingerida en jugos, siempre causará grandes beneficios a quien desee usarlo.

Sobre la piel

Entre las propiedades del Aloe Vera, destaca su poder cicatrizante. Por eso, se usa para sanar más rápido las heridas superficiales. Su gel es ampliamente utilizado para tratar quemaduras, incluso se afirma que evita que queden marcas en la piel. También se usa para tratar la insolación.

Además, su uso de forma tópica, reduce la inflamación a causa de picaduras de insectos, o por psoriasis. De igual forma regenera el tejido de la piel y evita las infecciones porque ya que tiene propiedades antibacterianas.

Incluso se aprovecha mucho en la industria de la belleza, ya que se afirma que puede disminuir las estrías, reducir arrugas, e incluso eliminar el desagradable acné. Además, si se usa como shampoo, puede eliminar la caspa y dar brillo y suavidad al cabello.

Uso interno

Los beneficios que ofrece al organismo ingerir el aloe vera, son incontables. Prácticamente surte algún efecto ante cualquier enfermedad que se presente. Se recomienda para nivelar el azúcar en la sangre, fortalecer el sistema inmune, mejorar el tránsito intestinal y aliviar el estreñimiento.

Tiene propiedades anestesiantes, analgésicas y antiinflamatorias. Por eso, es recomendable para tratar el dolor por la menstruación, colon irritable, acidez en el estómago e inflamaciones y edemas. Incluso elimina la placa dental si se usa como enjuague bucal.

¿Cómo prepararla?

Para uso tópico, solo necesitas obtener el gel o cristal que se encuentra en el interior de la planta. Para lograrlo, puedes dejar remojando una penca de sábila por 24 horas. Luego tendrás que quitar las espinas y la piel, y extraer el cristal, el cual debes lavar muy bien.

Rebana o pica en trozos el cristal, y puedes refrigerarlo en un envase de vidrio bien sellado. Para usarlo solo debes aplicarlo sobre el área afectada. También puedes triturarlo y untarlo.

Por otra parte, aprovechando el cristal de la sábila, se preparan nutritivas bebidas. Basta con quitar la piel y las espinas para obtener este nutritivo gel. Es importante ponerlo a remojar todo un día para que expulse una sustancia que puede ser tóxica.

Contiene una baba amarillenta que puede dar un sabor agrio, por lo que se debe lavar bien, y al licuar, incluso se le puede poner limón. Luego solo debes endulzar y refrigerar bien sellado.

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