El Monje Que Vendio Su Ferrari es derivado de la experiencia personal de su autor Robin Sharma, luego de dejar su carrera como abogado litigante, desde su publicación en 1997 hasta el 2013 logro vender tres millones de copias.
Una fábula espiritual
Este libro, connotado como una «fábula espiritual» inicia con la extraordinaria historia de Julian Mantle, un prestigioso y exitoso abogado, a quien su fascinación y obsesión por el dinero, y el estrés de una vida ajetreada y entre tribunales le ocasionan un infarto.
Julian tras sufrir y reponerse del infarto vive una crisis espiritual que lo lleva a replantear su vida, sus gustos y su entorno, decidiendo abandonarlo todo y emprender una ventura a lo espiritual, lo desconocido y a enfrentarse con lo cotidiano y demás cuestiones de la vida.
El exitoso abogado decide emprender un viaje al Himalaya, pretendiendo la sabiduría, en la búsqueda continua de sentir más la paz que otra cosa, y permitirse la felicidad.
Este libro nos lleva a un camino de lectura donde la sabiduría se nos contagia, el retorno de Julian luego de ese viaje, nos permite ver como una hazaña única capaz de restaurar vidas y abrir puertas inimaginables la humildad y el despojarse de lo material y lo tangible, para adentrarnos en un mundo de espiritualidad y transparencia.
Un regalo de lo intangible
Al leer El monje que vendió su ferrari nos envolvemos el alma, tomando lo que usualmente no vemos, nos permitimos darle un valor mas denso a los detalles, a lo diminuto de la vida, se empieza a notar la grandeza verdadera de la naturaleza, y la relación de toda la vida entre el hombre y ella.
Juventud impactante
Cuando Julian regresa de su viaje, su apariencia es de un hombre con años menos, y su piel se describe como rejuvenecida, su forma de vestir no es la misma, es algo menos ostentoso, el despojarse de lo material nos permite recibir lo que verdaderamente importa, el alma agradece al cuerpo abrazar a la sabiduría y a la humildad, es la medicina perfecta.
En el libro de El monje que vendió su ferrari, nos adentramos a una fábula espiritual mística, nuestros pensamientos se cautivan, por la energía que nos contagia el libro, ciertamente es fascinante dejarnos llevar y permitirnos tornarnos conscientes de nuevos hábitos, de disfrutar del silencio, de lo poco y de lo mucho, de lo ostentoso y de lo sencillo, se convierte en una lectura verdaderamente sublime.