El mortífero Ébola no tiene enemigo y no sabe de fronteras. Un nuevo brote en el Congo se ha cobrado la vida de miles de personas en el último año y amenaza con propagarse a los países vecinos.

A pesar del elevado número de víctimas la OMS no pensó necesario el pasado junio declarar la emergencia internacional. Se trata del décimo brote desde 1976 en el Congo y es el más letal de su historia y el segundo del mundo.

Los expertos temen una nueva masacre como la de 2014-2016 que se cobró más de 11.000 víctimas que se puede propagar incluso fuera de África y que se declaró el pasado 1 de agosto en la provincia de Kivu del Norte.

Ébola llega a Gomá en la frontera con Ruanda

Ya se ha dado un caso de contagio a 350 km de la zona cero del brote, en Goma, una metrópoli muy poblada, un millón de habitantes, con una frenética frontera con Ruanda y con un aeropuerto internacional, lo que supone un riesgo potencial de propagación geográfica.

El pasado martes falleció el primer caso detectado en Goma. Se trataba de un Pastor evangelista que llegó a está ciudad el pasado domingo en un autobús procedente de Butembo, donde ya se habían registrado 291 muertes. Médicos sin Fronteras advierte que podrían estar dándose más casos después de éste primero.

Según Cruz Roja Internacional, el riesgo de propagación es muy alto y sigue en alerta máxima. Hasta ahora el virus se ha cobrado la vida de 1.676 personas, de ellas 1.582 confirmadas en laboratorio, y 2.489 contagiadas, 2.359 confirmadas.

 

El ciclo del Ëbola

Alto riesgo de progagación del Ébola

El Comité de Emergencia de la OMS se ha reunido este miércoles y ha declarado el nuevo brote como “emergencia de salud pública internacional”. Una denominación inusual que sólo emplea para las epidemias de mayor gravedad.

La Organización advierte a los países desarrollados que tomen nota porque tendrán que rascarse los bolsillo. En caso de expasión internacional del virus, frenar el Ébola puede suponer cientos de millones.

Recomienda así mismo a los países que no cierren sus fronteras ni restrinjan los viajes ni el comercio por miedo a la progagación del virus, lo que podría suponer un descalabro económico para el Congo y empeorar aún más las cosas.

Fuente: DIARIO MEDICO,  EL PAIS

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