Este miércoles, las autoridades de Gran Bretaña y Estados Unidos anunciaron el desmantelamiento de una de las más grandes redes de pornografía infantil del mundo, plataforma web en la que vendían a través de criptomonedas vídeos de agresiones sexuales a menores de edad.
Este golpe a la pederastia llevó a la detención de 337 sospechosos en 38 países, incluidos España y Brasil, y sucedió luego de que se cerrara una página en el “dark web”, una parte del Internet fuertemente encriptada y difícil de regular, en la que se monetizaba el abuso sexual a niños y niñas.
“La web, gestionada desde Corea del Sur, contenía más de 250.000 vídeos horribles. Los usuarios habían realizado más de un millón de descargas”, explicó a través de un comunicado la agencia británica de lucha contra el crimen (NCA), en la que se detalló que las transacciones se realizaban únicamente con activos online como el bitcoin.
Por su parte, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos detalló que los 337 sospechosos detenidos eran “usuarios de Internet” que visitaban con frecuencia la web y accedían a los materiales audiovisuales del “mayor mercado de explotación sexual de niños en términos de volúmenes de contenidos”.
En este sentido, la NCA reveló que por este caso, ya se han abierto 18 investigaciones en el Reino Unido y ya siete hombres han sido encarcelados, entre ellos un hombre de 22 años que apareció en un par de vídeos de la plataforma violando a un niño de cinco años y a una niña de tres.
Esta investigación también llevó a que agencias se involucraran en el caso, lo que lo convirtió en uno de nivel global, al haber material y sospechosos de países como Reino Unido, Irlanda, Estados Unidos, Corea del Sur, Alemania, España, Brasil y Arabia Saudita.
Recompensas por subir material
La plataforma web en la que se gestionaba toda esta pornografía infantil se encontró que se había procesado unas 7.300 transacciones con bitcoin, lo cual se traduce a unos 7.300 dólares estadounidenses en la página que estuvo activa por un período de tres años (2015-2018).
No obstante, además de servir como sitio para la venta de material sexual infantil, esta web, llamada “Bienvenidos al video” también permitía a sus usuarios compartir sus propios audiovisuales, actividad que era recompensada en la plataforma con “puntos”.
El fiscal general adjunto de los Estados Unidos, Richard Downing indicó que la mitad de los vídeos en la web no eran conocidos en el Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados.
Por este crimen, los fiscales federales de EE.UU. han presentado cargos en contra del ciudadano surcoreano Jong Woo Son, de 23 años, quien administraba la web y por error, al hacer una configuración en la página, reveló su dirección IP en Corea del Sur.
Para atraparlo, agentes de investigación se hicieron pasar por usuarios y compraron de manera controlada varios materiales, lo que les sirvió de evidencia en el momento del arresto de Jong Woo Son en marzo de 2018.
Al respecto, los fiscales federales de EE.UU. aseveraron que el criminal “puede intentar esconderse detrás de la tecnología, pero lo encontraremos, arrestaremos y procesaremos”.