Esta decisión de la corte suprema es una gran victoria de los colectivos contra el maltrato animal sobre los productores de este manjar originario de Francia.
Ya había existido la prohibición
La lucha de los grupos defensores de los derechos de los animales contra los productores de foie gras se ha convertido ya en histórica. Denuncian que para producir este alimento de lujo obligan a las aves a consumir grano varias veces al día mediante un tubo metálico que, a través de su garganta, se introduce en su estómago para que su hígado crezca unas 10 veces más de lo normal. Esto provoca que el ave enferme de esteatosis hepática, tras este salvaje procedimiento el animal sufre de ahogo y diarrea.
Para hacernos una idea, si un hígado normal pesa 50 gramos, el mínimo exigido para obtener la denominación de foie gras es de 300.
Esta batalla legal se remonta al año 2004, en ese entonces, y en nombre de la crueldad animal, los legisladores californianos aprobaron una ley que prohibía la venta de foie gras en ese estado, con cuantiosas multas a los lugares donde lo sirvieran.
De todos modos, la prohibición no entró en vigor hasta 2012. Esto solo duro 3 años, ya que en 2015 un juez declaró esta ley como inconstitucional, por considerar que vulneraba la legislación federal que regula la producción avícola, para alegría de numerosos chefs locales que habían protestado ante esa prohibición. Esta decisión fue apelada, y en 2017 volvió a prohibirse, pero los productores de foie gras no se conformaron y volvieron a apelar la decisión alegando que querían defender un producto que para ellos es uno de los más incomprendidos y denigrados del mundo.
Una decisión inapelable
Francia, que controla el 70% de la producción del mercado mundial de foie gras, apoyó la petición de eliminar esta prohibición, tachando la ley californiana de agresión a la tradición francesa.
Este lunes, al fin, la Corte Suprema ha rechazado admitir a trámite el recurso. Contra su decisión no cabe recurso así que esta prohibición ya es definitiva.
La asociación animalista PETA se hizo eco de esta decisión y publicó un mensaje en su cuenta de Twitter celebrándolo.
Del lado de los productores, que evidentemente están disgustados con la prohibición, el presidente del grupo francés de productores de foie gras Cifrog ha expresado su malestar declarando que esta decisión es inaceptable y pone en peligro la imagen de un plato que es emblemático del arte de vivir francés, piensa que está tomada bajo la influencia de la actividad de un lobby de activistas que desinforman deliberadamente sobre sus productos para abogar por un vegetarianismo dogmático.