El gobierno de Xi Jinping ha anunciado este viernes la imposición de nuevos aranceles, que pasarán del 5 % al 10 % sobre importaciones de Estados Unidos, valoradas en 75.000 millones de dólares.
De acuerdo a Pekín, la nueva medida corresponde a una respuesta a la decisión de Washington de aumentar sus aranceles sobre productos chinos de 300.000 millones de dólares. De hecho, ambas medidas tomarán vigor en dos jornadas distintas; una primera parte el 1 de septiembre, mientras que la segunda arribara el 15 de diciembre.
“Las medidas estadounidenses han conducido a la escalada de las fricciones económicas y comerciales entre China y Estados Unidos, que han perjudicado gravemente los intereses de China, EE.UU. y otros países, y también amenazan seriamente al sistema de comercio multilateral y el principio del libre comercio”, explicó a través de un comunicado la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado chino.
De acuerdo al gobierno chino, la medida sería necesaria con el fin de “responder al unilateralismo y el proteccionismo comercial de Estados Unidos” en medio de la Guerra Comercial librada por Trump en 2018.
Entre los productos sancionados ahora por China se encuentran los frutos secos y el cerdo congelado, para el 1 de septiembre. Mientras que los aranceles para diciembre afectará la importación de algunos textiles.
El Ministerio de Comercio de China, por su parte, afirmó que impondría aranceles adicionales, de 5 % o 10 % sobre un total de 5.078 productos estadounidenses, que incluyen productos agrícolas, petróleo y aeronaves.
El sector automotriz también se verá afectado por las nuevas tasas, de acuerdo al Ministerio de Comercio.
El anuncio de China llega en el momento en el que las economías más grandes de occidente se preparan para la reunión del G-7, a celebrarse en Francia este fin de semana, espacio en el que probablemente se abordarán las consecuencias de la Guerra Arancelaria entre dos de las potencias comerciales más relevantes del mundo.
Se profundiza la guerra comercial
De acuerdo al Asesor Comercial de la Casa Blanca, Estados Unidos y China estarían en medio de unas negociaciones a puerta cerrada con el fin de dar solución al conflicto que ha afectado la economía global.
No obstante, hasta el momento, no se ha alcanzado ningún acuerdo y es que Estados Unidos no estaría listo para finalizar la serie de sanciones arancelarias.
De hecho, el presidente estadounidense Trump continuaría imponiendo nuevas tarifas a China, y estancando así las conversaciones, con el fin de buscar que Beijing reduzca su superávit comercial y se deshaga de sus planes de crear empresas chinas que sean competidoras globales en las industrias tecnológicas, otro de los vértices de esta guerra.
Recordemos que la Guerra Comercial inició en 2018, luego de que Trump acusara a China de “prácticas desleales en el comercio” y el robo de propiedad intelectual.