Este miércoles, el gobierno de China amenazó a Estados Unidos de tomar “fuertes represalias” tras la aprobación del proyecto de ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong por parte de la Cámara de Representantes del Congreso.
“Sin duda alguna, China tomará fuertes represalias en respuesta a las decisiones equivocadas del lado estadounidense con el objetivo de defender su soberanía e intereses de desarrollo”, aseguró a través de su portal web el Ministerio de Asuntos Exteriores del gigante asiático.
El pasado martes, los legisladores estadounidenses de la Cámara Baja aprobaron un proyecto de ley con el que prevén monitorear y evaluar la situación de Derechos Humanos y Democracia en la antigua colonia británica, así como el respeto a las libertades civiles inherentes a la administración semiautónoma de la ciudad que regresó a dominio chino en 1997.
Al respecto, China se mostró fuertemente indignada e hizo conocer su “firme oposición” al fallo parlamentario y exhortó a Estados Unidos a “evaluar de manera clara la situación” y “dejar de entrometerse en los asuntos internos de Hong Kong y de China antes de caer por el precipicio”.
En este sentido, Pekín defendió su forma de actuar en Hong Kong en los últimos cuatro meses, asegurando que “la situación actual de Hong Kong no tiene nada que ver con derechos humanos o democracia. La verdadera cuestión es acabar de una vez con la violencia, restaurar el orden y garantizar el imperio de la ley”.
Asimismo, el gobierno de la China continental aseveró que está protegiendo el estatus semiautónomo de Hong Kong desde su creación bajo el principio de “dos sistemas, un país”.
“Desde el regreso a la Madre Patria, la región administrativa especial de Hong Kong ha ejercitado (…) un alto nivel de autonomía” que ha servido para garantizar derechos y libertades impensables en China.
En este sentido, el gobierno comunista de Xi Jinping acusó a los Estados Unidos de querer desestabilizar China a través de las protestas en la ciudad financiera, pues la aprobación del proyecto “expone a las claras la impactante hipocresía de algunos en Estados Unidos sobre derechos humanos y democracia y sus intenciones maliciosas de minar la prosperidad y estabilidad de Hong Kong para frenar el desarrollo de China”.
A pesar de que el proyecto de ley de Derechos Humanos y Democracia todavía necesita el visto bueno de la Cámara de Senadores del Congreso, la ciudadanía hongkonesa es optimista al respecto y da su apoyo a la medida, pues prometería la imposición de sanciones a funcionarios chinos y hongkoneses que vulneren el Estado de Derecho de la ciudad.
Entre las sanciones que Estados Unidos podría imponer al respecto de la situación en Hong Kong se encuentra la prohibición de ingreso al país norteamericano, así como el cambio de estatus de preferencia comercial para la excolonia.