Con el único objetivo de hacerse famoso y tras haber librado una enorme batalla interior antes de disparar, Mark David Chapman acabó con la vida del líder de The Beatles, John Lennon, hace casi 38 años.

No obstante, hoy en día afirma sentir ‘más y más vergüenza’ por el crimen que cometió.

Mark Chapman, un hombre estadounidense nacido en Fort Worth el 10 de mayo de 1955, fue quien asesinó a John Lennon el 8 de diciembre de 1980.

El asesinato 

El hombre cometió el delito mientras el cantante estaba fuera del edificio de apartamentos Dakota en Nueva York, junto a su esposa Yoko Ono.

Chapman le disparó cinco veces a Lennon, una de las balas le alcanzó en la espalda hiriéndole el pulmón derecho, otra impactó en el brazo izquierdo, otra en el cuello, otra en el pecho, causándole una hemorragia en una arteria del corazón y la quinta impactó en una pared del edificio.

Chapman permaneció en el lugar hasta que llegó la policía, cuando sin esperar más se declaró culpable. Fue sentenciado a cadena perpetua y fue llevado al Wende Correctional Facility en Alden, Nueva York. Antes de esto se le denegó diez veces la libertad condicional.

¿Cómo era Chapman?


El caso Chapman parece ser bastante curioso pues parecía ser un hombre de valores. En 1971, Chapman se convirtió al cristianismo y contribuía distribuyendo publicaciones religiosas.

También trabajaba como consejero en campamentos de verano de la Yung Men’s Christian Asociation (YMCA). Chapman llegó a ser muy querido entre los niños de los campamentos, quienes lo apodaron ‘Nemo’.

Muchas personas lo reconocieron por su trabajo como consejero e incluso le otorgaron un premio como el mejor consejero y fue nombrado asistente del director. Las personas que lo rodeaban lo describían como un trabajador excepcional.

Luego de graduarse en Columbia High School, Chapman decidió mudarse a Chicago, donde tocaba la guitarra en iglesias y locales cristianos junto a un amigo que anteriormente le recomendó el libre El guardián entre el Centeno de J.D. Salinger, obra literaria que ejerció una fuerte influencia en la vida de Chapman.

Trabajó como voluntario en un campo de reasentamiento de refugiados vietnamitas con la YMCA en Fort Chaffe, Arkansas.

Luego visitó brevemente Líbano para seguir con su voluntariado, trabajo por el que fue nombrado coordinador de área y asistente clave del director del programa, David Moore.

Este último declaró que Chapman tenía una profunda preocupación por los niños. También Chapman acompañó en varias ocasiones a Moore a eventos con funcionarios de gobierno e incluso el presidente de la época, Gerald Ford le estrechó la mano.

Sin embargo, la infancia de Chapman fue bastante dura. Su padre, quien fue sargento en la Fuerza Aérea de Estados Unidos, abusaba constantemente de forma física a su esposa y sus hijos.

Chapman comenzó a consumir droga a los 14 años y en una oportunidad se fugó de casa por dos semanas. Años más tarde, cuando Chapman había ingresado a la universidad, sufrió una fuerte depresión producto de la culpa de haberle sido infiel a la que para ese momento era su novia.

Tal fue su depresión que intentó suicidarse en 1977 por asfixia con monóxido de carbono, pero fracasó en el intento. Siendo adulto, Chapman comenzó a desarrollar muchas obsesiones con libros, música y películas, entre ellos el libro El Guardían entre el Centeno, la música de The Beatles y la película Ordinary People. A partir de allí comenzó a pensar en matar a John Lennon.

Chapman en la actualidad 

“Hace 30 años no podía decir que me sintiera avergonzado y ahora sé lo que es la vergüenza”, contó Chapman en el mes de agosto durante una audiencia de solicitud de libertad condicional.

En ese momento la junta le negó la petición al reo, quien cumple una pena de cadena perpetua.

Esta ha sido la décima petición de Chapman de este tipo. El asesino confesó haber cometido el crimen para ‘ser famoso’ y no por tener ninguna emoción hacia el músico británico. 

Además, durante la audiencia, Chapman relató la lucha interna que experimentó sobre si seguir adelante o no con su plan de asesinar a Lennon -el cual ya le había comentado a su esposa- luego de que el cantante le tratara de formo ‘increíble’ en una ocasión donde tuvo le pidió un autógrafo y Lennon se lo dio. Sin embargo, reconoció que ‘ya estaba metido demasiado dentro’.

A pesar de esto, la comisión del tribunal de evaluación mantuvo la decisión de negarle la libertad condicional bajo el alegato de que su liberación no sólo podría atenuar la gravedad del crimen que cometió sino que podría representar peligro para la seguridad pública, pues temen que Chapman quiera intentar lastimar a alguien por venganza o por ganar notoriedad.  

 

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here