Un equipo de investigación del King’s College de Londres ha realizado un estudio donde se especula que las anguilas del río Támesis, se están volviendo hiperactivas debido a los altos niveles de cocaína presentes en las aguas residuales de la ciudad. 

El estudio fue realizado en una estación de monitoreo ubicada cerca de la Cámara del Parlamento, y está siendo relacionado con una investigación realizada el año pasado por la Universidad de Nápoles Federico II, donde se demuestra que las anguilas, al ser expuestas a cocaína y otras sustancias en el agua, se vuelven hiperactivas.

El consumo de drogas en Londres aumenta

The Global Drug Survey (Encuesta Mundial de Drogas) arrojó los resultados del año pasado, en los que se demostró que el consumo de drogas en Inglaterra ha superado al promedio mundial, además de ser el segundo país con el mayor consumo de cocaína en el mundo, justo después de Escocia.

Asimismo, en el informe anual de la encuesta se mostró que una de las preguntas realizadas fue si era más rápido obtener un gramo de cocaína, o una pizza. De 15,000 usuarios a los que se les hizo esta pregunta, 4.500 personas, que representan el 30%, afirmaron que pueden obtener más rápido un gramo de cocaína (en 30 minutos, aproximadamente), mientras que el 16.5%, 2475 personas, escogieron la segunda opción.

Se dice que este significativo aumento del consumo en cocaína se ha dado, en gran parte, debido a la influencia de las redes sociales en la cotidianidad. Se afirma que, debido a la implantación de centenares de cámaras de seguridad con el objetivo de reducir la compra y venta de drogas, los ‘camellos’ y compradores prefieren cerrar sus negocios a través de Internet. 

Este nuevo modus operandi ha disparado la compra y venta de drogas, puesto que ya no solo es algo ocasional de los fines de semana o una práctica relacionada con el ocio, sino que ahora Londres consume cocaína diariamente y a ritmo constante durante la semana.

¿Cómo llega la cocaína al Támesis?

Los científicos del King’s College afirman que los restos de cocaína está llegando al río Támesis a través de las aguas residuales, esto es, a través de la orina de quienes consumen cocaína. Las plantas de tratamiento del agua no logran filtrar las drogas y los restos de cocaína se acumulan cada vez más en el río, dañando la vida silvestre.

Se observaron aumentos de cocaína y benzoilecgonina 24 horas después de eventos de lluvia en los que se desborda el alcantarillado. Algo que no se ha visto en otras ciudades.

Dicen en el estudio los investigadores.

Asimismo, los científicos han monitorizado una zona del río cercana al Parlamento donde se encuentra un nivel constante y bastante elevado de cocaína entrando a las aguas del Támesis, lo que afecta directamente a las anguilas. Es eso lo que teorizan los científicos al presentar los resultados de su estudio y enlazarlo con un informe del pasado año 2018, donde se demuestra que las anguilas europeas parecían sufrir hiperactividad cuando entraban en contacto con agua con una pequeña dosis de cocaína. 

Aunque no se ha comprobado aún si hay realmente un vínculo científico entre el aumento de los niveles de cocaína en el río Támesis y la hiperactividad de las anguilas, los rumores se han disparado y se especula que pueden darse zarpazos eléctricos por las anguilas.

 

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