Un momento dramático fue captado por las cámaras públicas de seguridad de la ciudad rusa Irkutsk, cuando un conocido pederasta de la comunidad secuestra a una pequeña niña en lo que parecía ser una calle completamente sola.
Sin embargo, el criminal no contaba con que un joven de 16 años escuchara los gritos de auxilio de la niña de nueve años y prosiguiera a rescatarla con ayuda de un vecino.
El chico Vyacheslav Doroshenko fue quien se convirtió en el héroe del día, cuando vio cómo un hombre de unos 50 años tomaba a la fuerza a una niña y la metía en su automóvil justo cuando él iba de camino a su casa tras una práctica de béisbol.
El adolescente relató que mientras se dirigía a su casa, adelantó a la niña, quien también se encontraba caminando por la zona. No obstante, cuando alcanzó las vías del tren, la escuchó gritar.
“Y vi como un hombre la forzaba a entrar a su auto”, explicó Doroshenko.
“Rápidamente me volteé y vi a la única persona adulta [en el lugar]. Corrí hacia él, le dije lo que sucedió y corrimos hacia el auto del secuestrador”.
El hombre que ayudó a Doroshenko, Gleb Sizykh, dijo que se encontraba calentando su carro luego de un turno en la fábrica donde trabaja cuando Vyacheslav se le acercó, visiblemente asustado por lo que había presenciado, por lo que se apresuró hacia el carro del delincuente.
“Quería ver cómo el hombre y la misma niña reaccionaban”, recordó Sizykh. “Tan pronto como el chico y yo comenzamos a acercarnos al carro, este se prendió abruptamente y [el hombre] se alejó”.
No obstante, ni Gleb ni Vyacheslav se darían por vencidos, por lo que se metieron en el auto del adulto y persiguieron al pederasta hasta que el sospechoso condujo hacia una calle ciega y le bloquearon la salida.
Ahí fue cuando el hombre dejó ir a la niña, relatan Gleb y Vyacheslav, no sin antes asegurar que se había confundido y había pensado que la pequeña era su hermana menor.
El hombre luego escapó. Sin embargo, fue recapturado por la policía con ayuda de Gleb y Vyacheslav una hora y media después de haber recuperado a la niña.
De acuerdo a los héroes, la niña luego de ser liberada comenzó a llorar. “Ella estaba parada en la cerca llorando”, explicó Gleb Sizykh. “No sabía cómo acercármele. Entendí que ella ahora estaría asustada de mí”.
Gleb, en este sentido, explicó que le prestó su teléfono móvil para que la pequeña pudiera llamar a su madre, quien la fue a buscar.
Actualmente la niña se encuentra recibiendo ayuda psicológica.
El criminal, por su parte, es un pedófilo exconvicto que salió de prisión en 2017 luego de cumplir condena por dos violaciones. El hombre actualmente espera un juicio por el secuestro, el cual confesó en un vídeo.