A pesar de la prohibición de protesta para este martes en Hong Kong, la ciudadanía demócrata ha tomado nuevamente las calles de la excolonia británica con el fin de proteger su semiautonomía, así como exigir un mejoramiento de su democracia en el marco de lo que ellos califican como el Día de la Calamidad Nacional o el Día de Duelo Nacional.
La manifestación, que inició de manera espontánea como en otras oportunidades, ha sufrido una escalada de tensión en medio de la violencia luego de que las fuerzas policiales hirieran de bala a un ciudadano, marcando este día como el primero en el que las armas se dirigen directamente al pueblo.
El herido de bala se encontraría en condiciones leves tras haber recibido el impacto en el pecho. Luego de este acontecimiento, el manifestante fue sido trasladado a un hospital local. En este sentido, fuentes médicas aseguran que habría al menos 15 heridos por los enfrentamientos acaecidos este martes, 1 de octubre.
Aunque la mayoría de las marchas iniciaron de manera pacífica, en algunos puntos derivaron en enfrentamientos con los agentes de la policía, quienes recurrieron al uso de gas lacrimógeno y spray pimienta con el fin de dispersar a los manifestantes.
Por su parte, algunos ciudadanos han incurrido en el vandalismo, dañando mobiliarios urbanos, prendiendo hogueras, lanzando cocteles molotov o, incluso, quemando la bandera de la República Popular China, país del que forman parte desde 1997 y cuyo gobierno comunista rechazan.
Esta nueva escalada de tensión en la crisis política y social de Hong Kong ocurre, de hecho, en el marco del Día Nacional de China, celebración anual que conmemora la fundación de la República Popular China con su sistema económico comunista.
En la China continental, esta fecha es celebrada con enormes desfiles militares, así como con un discurso del presidente Xi Jinping, quien reitera sus palabras de la víspera: la reunificación China y su progreso son procesos indetenibles.
“Nada puede hacer tambalear los cimientos de nuestra gran nación. Nada puede detener a la nación ni al pueblo chino en su progreso”, expresó el mandatario del gigante asiático, al tiempo que subrayaba que Pekín “mantendrá la estabilidad y la prosperidad duraderas de Hong Kong y Macao”.
Estas palabras están en consonancia con el compromiso que tomó Xi Jinping durante el evento previo al Día Nacional de China este lunes, cuando aseguró que la República Popular respetaría la autonomía hongkonesa.
La ciudad de Hong Kong se encuentra en el medio de una fuerte crisis tras casi cuatro meses de intensas protestas que iniciaron tras la presentación de un proyecto de ley que amenazaba con extraditar a personas acusadas de algún delito para enfrentar juicios en la China continental.
Muchos activistas alertaron en su momento que, de aprobarse, esta ley podría acabar con la libertad de expresión en Hong Kong y permitir la persecución política.
El proyecto ya fue desechado completamente.