Luego de que la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, criticara la situación de la democracia en Brasil, el mandatario del país amazónico, Jair Bolsonaro arremetió contra la diplomática con fuertes palabras y referencias personales.
“Señora Michelle Bachelet: Si no fuera por el personal de (Augusto) Pinochet, que derrotó a la izquierda en 1973, entre ellos a su padre, hoy Chile sería una Cuba”, expresó Bolsonaro en referencia al golpe de Estado que Pinochet lideró en contra del fallecido expresidente chileno, Salvador Allende.
El padre de Michelle Bachelet, Alberto Bachelet, fue un general de brigada de la Fuerza Aérea de Chile entre 1940 y 1973 que se opuso al derrocamiento de Allende y que murió en la Cárcel Pública de Santiago, donde fue interrogado y torturado por el régimen pinochetista.
La misma Bachelet también fue torturada durante esta dictadura.
Asimismo, Bolsonaro acusó a Bachelet de injerencia, a pesar del cargo que ostenta para la ONU, y defendió la brutalidad policial en Brasil, que registra niveles récord de muertes de civiles en operativos.
“Nos acusa de que no estamos castigando a los policías que matan gente en Brasil», pero «está defendiendo los derechos humanos de los vagabundos”, expresó el ultraderechista que ha visto su popularidad reducirse más de la mitad en tan solo ocho meses de gobierno.
Las declaraciones de Bolsonaro, realizadas a las puertas del Palacio de la Alvorada, residencia oficial del Ejecutivo brasileño, no causaron gracia en la política chilena.
El presidente chileno, Sebastián Piñera, rechazó a través de una declaración pública desde el Palacio de la Moneda los dichos de Bolsonaro y expresó que no comparte “en absoluto la alusión hecha por el presidente Bolsonaro respecto a una expresidenta de Chile y especialmente en un tema tan doloroso como la muerte de su padre”.
No obstante, Piñera consideró que cualquier persona puede tener “su propio juicio histórico” sobre la dictadura pinochetista, pero que dichas opiniones “deben expresarse con respeto a las personas”.
La respuesta de Piñera no habría sido suficiente para el pueblo chileno, que había pedido una carta de protesta en defensa de la exmandataria Bachelet y en rechazo “a declaraciones que constituyen una ofensa a todos los familiares de víctimas y a los demócratas de Chile”.
En este sentido, la Senadora e hija de Salvador Allende, Isabel Allende, expresó que las declaraciones de Bolsonaro “solo muestran cuán miserable es” y aseguró que “Brasil no se merece a este presidente”. “La perversa alusión al general Bachelet lo revela por entero”.
Las opiniones de Bolsonaro solo dan cuenta, una vez más, de sus posiciones de una derecha extrema, y su ignorancia, porque no es capaz de reconocer que Pinochet le hizo un daño inmenso a nuestro país.
La dictadura militar de Chile, también denominada como régimen militar, fue un gobierno de facto que rigió al país suramericano entre los años 1973 y 1990, bajo el liderazgo del General Augusto Pinochet.
Este período político dejó más de 40.000 víctimas, entre detenidos, desaparecidos, ejecutados, torturados y presos políticos. 3.065 de estas personas están muertas o desaparecidas.
Asimismo, el régimen de Pinochet fue notable por hacer uso de centros de detención y tortura clandestinos, como la Colonia Dignidad, asentamiento fundado por un exmilitar nazi que fue acusado de abuso sexual infantil.