La discusión sobre la salud oral tiende a girar en torno a cómo mantener nuestros blancos perlados, blancos y libres de caries. No se presta mucha atención a nuestras encías; de hecho, la única vez que muchos de nosotros recordamos que están allí es cuando exigen nuestra atención en forma de sangrado o hinchazón.
Puedes comenzar a cambiar las cosas al repasar tus habilidades de limpieza dental, lo que implica cepillarse y usar hilo dental dos veces al día para evitar que la placa acampa debajo de las encías.
Cualquier placa que no se elimine entre los dientes eventualmente se endurecerá y se convertirá en sarro, lo que, desafortunadamente, no se puede tratar solo con un cepillo de dientes. Así que, tendrías que ir a tu dentista para una limpieza profesional.
Pero incluso con toda esta acción de limpieza, tus encías podrían hincharse de todos modos, y eso podría ser un signo de un problema subyacente.
Aquí hay 5 posibles razones por las cuales tus encías están inflamadas, según los expertos.
1. La culpa puede ser de la gingivitis
El desencadenante más común de las encías inflamadas es la gingivitis, una forma leve de enfermedad de las encías.
“Con el tiempo, las bacterias y las partículas de alimentos forman una película de placa sobre los dientes», dice el endodoncista, Adam S. Harwood.
Si no se trata, la placa se convierte en sarro, lo que puede ser impermeable a los esfuerzos de cepillado en casa, advirtió.
Debido a que no es doloroso al principio, la mayoría de las personas no se dan cuenta de que la placa se está instalando hasta que es demasiado tarde. Si no se trata, la gingivitis puede transformarse en periodontitis -enfermedad avanzada de las encías- y provocar la pérdida de dientes.
“Por eso es importante que cada vez que experimente inflamación o sangrado de las encías, haga que un profesional dental lo revise y llegue a la causa subyacente”, dice el Dr. Harwood.
2. Tienes algo atorado en los dientes
Si solo un diente o región de tu boca está hinchada, esto puede ser una señal de que una partícula de comida está atrapada debajo de la línea de las encías. Esto hace que el cuerpo intente combatir las bacterias de los alimentos no deseados, lo que da como resultado que el tejido circundante se inflame.
Si la inflamación pasa de ser una molestia menor a un dolor, consulta con tu dentista, quien podrá localizar la causa y erradicarla.
3. Un nuevo medicamento está causando efectos secundarios extraños
Algunos medicamentos recetados comúnmente pueden causar inflamación de las encías como efecto secundario, incluidos los medicamentos para la presión arterial que contienen bloqueadores de los canales de calcio, como el verapamilo y el diltiazem.
Estas y otras familias de medicamentos, como la fenitoína, un medicamento anticonvulsivo, pueden causar una acumulación de tejido de las encías, lo que resulta en una condición conocida como sobre crecimiento gingival, donde el tejido realmente crece sobre los dientes, dice el Dr. Harwood.
4. Tienes una deficiencia de vitaminas
Las deficiencias de vitaminas no son tan frecuentes como solían ser, pero “todavía vemos encías inflamadas como resultado de la desnutrición, especialmente entre los pacientes mayores que pueden no estar siguiendo una dieta equilibrada”, señala el Dr. Harwood.
Muchas vitaminas desempeñan un papel en la buena salud bucal, pero la ingesta insuficiente de vitaminas B y C generalmente provoca inflamación de las encías, y la vitamina C es un jugador clave en la restauración de las encías.
También puede ser útil aumentar tu ingesta de vitamina K.
5. Cambios hormonales
Las mujeres pueden experimentar encías inflamadas durante períodos únicos en su vida donde hay cambios hormonales, como durante la pubertad, la menstruación, el embarazo, la menopausia y el uso de píldoras anticonceptivas.
Esto se debe a que las hormonas afectan la reacción de los tejidos de las encías a las toxinas liberadas por la placa bacteriana y el sarro.
Un aumento en las hormonas estrógeno y progesterona aumenta la posibilidad de irritación e inflamación de las encías causadas por la placa.
