El máximo representante de los jesuitas, también conocido como “el Papa Negro”, Arturo Sosa, ha denunciado que existen presiones dentro y fuera de El Vaticano para que el pontífice Francisco renuncie a su cargo como líder del Catolicismo.
De acuerdo a Sosa, se trataría de un complot “ultraconservador” que, si no hay renuncia, está dirigido a “incidir en la elección del próximo pontífice, creando las condiciones para que el próximo Papa no continúe profundizando el camino que Francisco ha indicado y emprendido”.
Sosa, sin embargo, opina que es “esencial que este camino continúe según la voluntad de la Iglesia, expresada claramente en el Concilio Vaticano II, del cual Francisco es hijo legítimo y directo”.
Arturo Sosa, venezolano, es la autoridad de la orden jesuita nacida en París en el siglo XVI y fundada por San Ignacio de Loyola y tiene a su cargo a unos 18.000 fieles y advierte que la razón por la que buscarían la salida del argentino Jorge Mario Bergoglio de la Santa Sede es la distribución de un ensayo titulado “Cómo la América quiere cambiar al Papa”, que, en su opinión, está teniendo un éxito alarmante por los ataques que se asumen en el texto contra Francisco.
Sosa explicó desde Rimini, en la reunión del Movimiento Comunión y Liberación, que en la comunidad europea de la Iglesia Católica existe una nostalgia por “un pasado idealizado, como si la sociedad en Europa fuera una sociedad cristiana perfecta”.
“La gente vive nostálgicamente por un pasado que nunca existió. En Estados Unidos, en cambio, se centran en la inculturación”, detalla el jesuita.
De acuerdo a Sosa, no obstante Francisco no renunciará y explicó que “el cristianismo no es una religión íntima, solo se puede vivir en comunidad”.
Asimismo, “el Espíritu Santo nos habla hoy a través de los jóvenes. Todos estamos llamados a acercarnos a ellos”.
Desde su elección en el 2013 como el Papa, Jorge Mario Bergoglio, o Francisco, como se le conoce públicamente, ha sido calificado como “El Papa Comunista” por su posición frente a la inclusión de las comunidades pobres, así como su actuación frente a la reforma de la Iglesia.
En este sentido, Sosa ha abogado por nuevas formas para transmitir la fe cristiana y católica, debido a la secularización de la sociedad mundial.
“Si lo leemos como un signo de los tiempos quizás sea un signo de esperanza y no de desesperación”. “La sociedad secular es quizás el nuevo espacio para vivir y difundir nuestra fe”.
Finalmente, el jesuita citó al Papa Francisco y llamó a la humanización eclesiástica. “el futuro de la humanidad pasa por la inclusión social de los pobres. Pero eso no se hace desde afuera, es una condición para caminar juntos. Debemos acercarnos a los pobres, adquirir su mirada en la vida”.