El pan es un alimento básico que forma parte de la dieta tradicional en Europa, El Medio Oriente, La India, América y Oceanía.
Esta delicia que se prepara mediante el horneado de una masa, se elabora fundamentalmente con harina de cereales, sal y agua.
Además es importante, que tengas mucho cuidado de reducir la cantidad de levadura según la temperatura ambiente que tengas en el momento de hacer la receta, incluso, de procurar que la masa tenga una hidratación de un 60-65%, para que tu pan quede delicioso.
¿Qué ingredientes necesito para realizar un pan casero sin amasado?
- 500 g de harina de fuerza.
- 6 g de levadura fresca de panadería.
- 10 g de sal.
- 325 ml de agua.
- Semillas de sésamo al gusto
¿Cómo hacer el pan casero sin amasado?
Esta receta tiene una dificultad media, se realiza en una hora, tiene un tiempo de cocción de 50 minutos y de reposo de 12 horas.
En un cuenco mezclas la harina de fuerza, la levadura desmenuzada y la sal.
Añades el agua y mezclas un poco, lo justo para que todo se una, sin amasar. Volcas la masa a un túper de plástico, cubres con film transparente y dejas reposar durante 12 horas.
Si pasadas las 12 horas de fermentación, no tienes tiempo de seguir con la receta, guardas el recipiente de masa en la nevera hasta el día siguiente. Si lo haces así, debes sacar la masa y esperar que se temple un par de horas, antes de seguir.
Enharinas abundantemente la mesa de trabajo. Volcas la masa sobre la harina y la estiras un poco, para formar un rectángulo, con las puntas de los dedos sin presionar demasiado.
Doblas la masa longitudinalmente, llevando cada lado hacia el centro, y de forma que quede superpuesta una parte sobre la otra.
Haces la misma doblez en el otro sentido, transversalmente. Sobre un paño de algodón o lino echas abundantes semillas. Colocas encima la masa que habrás girado, quedando ahora el doblez en la base.
Cubres con más semillas, y tapas con el paño. Dejas fermentar dos horas o hasta que la masa duplique su volumen inicial.
Cuando la masa lleve fermentando una hora, calientas el horno a 180º con calor arriba abajo. Introduces la cazuela donde lo vayas a hornear para que se caliente lo suficiente.
Pasado el tiempo de fermentación, sacas del horno la cazuela, con mucho cuidado de no quemarte.
Suavemente volcas la masa dada la vuelta en la olla, te quedará el pliegue hacia arriba. Colocas la tapa y horneas durante 30 minutos.
Destapas y horneas durante otros 20 minutos más. El tiempo dependerá del tamaño de la pieza de pan.
El pan estará dorado y listo si al golpear la base suena hueco.
Finalmente, lo sacas de la olla a una rejilla, y dejas enfriar completamente antes de consumirlo.