- El sábado, un hombre armado abrió fuego en un Walmart en El Paso, Texas, matando a 22 personas. Menos de 24 horas después, un hombre disparó y mató a nueve personas en Dayton, Ohio.
- Los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades muestran que 39,773 personas en los Estados Unidos mueren por armas de fuego cada año.
- Según el Gun Violence Archive este año se han originado 255 tiroteos masivos en EE.UU.
El sábado, un hombre armado abrió fuego en un Walmart en El Paso, Texas, matando a 22 personas e hiriendo a decenas más, antes de ser arrestado. El incidente está siendo investigado como un acto de terrorismo doméstico.
Menos de 24 horas después, un hombre en Dayton, Ohio, mató a nueve personas, incluida su propia hermana, e hirió a otras 27 antes de ser abatido por la policía.
En lo que va del 2019, en EE. UU. han ocurrido 255 tiroteos masivos, según el Gun Violence Archive, una organización sin fines de lucro que rastrea estos incidentes. Hasta el momento, 8.787 personas han muerto y 17.463 personas han resultado heridas por armas de fuego este año en todo el país.
Esto ha supuesto que la sociedad estadounidense se plantee una vez más la necesidad de un control de armas; sin embargo, el presidente Donald Trump, ha sugerido que las acciones de los dos asesinos de los tiroteos de El Paso y Dayton, podrían ser producto de problemas mentales y de los vídeo juegos violentos, aunque no hay ninguna investigación científica que respalde esas afirmaciones.
«Más del 90% de los estadounidenses apoyan el control de armas»
El demócrata Chuck Schumer, líder del Senado, dijo en Twitter que el senador Mitch McConnell ha bloqueado reformas sobre el tema de las armas que más del 90% de los estadounidenses apoyan.
El líder republicano debería “presentar ante el Senado una sesión de emergencia para tomar medidas inmediatas” sobre el proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes, que requeriría verificaciones de antecedentes federales para toda venta y transferencia de armas de fuego, expreso Schumer.
Se ha comprobado que un control de armas disminuye la violencia
Australia opto por una serie de restricciones para la compra de armamento, tras el tiroteo del 96 que provocó la muerte de decenas de personas.
Las medidas lograron resultados tan positivos, que se ha tomado el país oceánico como modelo a imitar por países con altas tasas de violencia, como Estados Unidos.
Por su parte, el gobierno de Nueva Zelanda, endureció las medidas para la venta de armas, despues de la masacre en dos mezquitas que dejó al menos 50 personas muertas en marzo de este año.
Tomo muchas vidas, pero poco tiempo, para que el gobierno neozelandés atacara la raíz del problema. Una de las medidas con las que empezó a ver resultados, fue el trueque que propuso a sus ciudadanos, al darles dinero a cambio de sus armas de fuego.
Entonces, ¿por qué Estados Unidos no implementa un control de armas?
Pese a las estadísticas nada favorables que colocan a EE.UU. como el país donde más tiroteos masivos se producen, Trump se niega a aceptar que es necesario un control de armas, y ha tomado una postura que deja muchas interrogantes, tomando en consideración, que quizás estos números tan alarmantes podrían disminuir si su gobierno intentara tomar acciones.
Pero, ¿que hay realmente detrás de la negativa a mayores restricciones? hace falta ver el panorama con algo más de amplitud, para entender, todos los factores que influyen en el freno de las políticas que plantean un control de armas.
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Portar armas es un derecho respaldado en la segunda enmienda
El «derecho a portar armas» se consagró en la segunda enmienda de la constitución estadounidense hace más de 200 años.
Este es el punto de partida para todos los argumentos sobre el control de armas. La segunda enmienda es interpretada de manera diferente por distintos expertos, pero tal como está, es la defensa definitiva contra la implementación de leyes estrictas sobre el derecho a portar armas.
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Altos niveles de posesión de armas; un problema cultural
Los ciudadanos estadounidenses poseen casi la mitad de todas las armas en propiedad civil en el mundo, pese a que solo constituyen el cinco por ciento de la población mundial.
Cada 100 ciudadanos estadounidenses poseen de 89 a 100 armas en promedio.
La tasa de posesión de armas increíblemente alta se relaciona estrechamente con un gran aumento en el numero de tiendas que venden armas en el país y con la facilidad con que se vende armamento en distintos medios.
En el 2017 habían 65,000 tiendas de armas en los estados unidos, aproximadamente la misma cantidad de farmacias que para ese momento existían en todo el país. Además, armas de segunda mano son vendidas en casas de empeño, ferias y hasta de manera online.
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No existe una regulación actual, ni control, que facilite un desarme total
Con tantas armas en las calles de Estados Unidos, se podría pensar que rastrear a los propietarios y decomisar esas armas sería una tarea posible en un corto o mediano plazo.
Sin embargo, al momento de comprar un arma, las verificaciones de antecedentes, los límites de edad, la elegibilidad y la cantidad de armas disponibles por persona, varían según el lugar, lo que dificultaría enormemente localizar todas esas armas.
La edad es la única restricción regulada por la ley federal, según la cual, los ciudadanos mayores de 18 años ya pueden comprar armas largas, como escopetas o rifles de asalto, y los ciudadanos mayores de 21 años pueden comprar cualquier tipo de armas de fuego legalmente.
En otras palabras, los ciudadanos en los Estados Unidos pueden comprar un arma de fuego incluso antes de poder comprar una cerveza. En el 2018, Nikolas Cruz, un joven que recién cumplía 18 años, asesino a 17 personas e hirió a otras 14 en una escuela secundaria en Parkland.
Cruz, aun no tenía la edad reglamentaria para comprar una pistola, pero al no existir restricción para los rifles o escopetas, adquirió un AR-15 con el que llevo a cabo el tiroteo masivo escolar más mortífero de los estados unidos en más de cinco años.
Con respecto a la elegibilidad, 36 estados no requieren un permiso o registro para que las personas compren armas, a pesar de que por ejemplo, si se considera necesario un registro o certificado de propiedad para comprar un automóvil.
Además, la mayoría de los estados tampoco tienen un límite legal sobre la cantidad de armas que una persona puede poseer.
Stephen Paddock, el pistolero que mató a 59 personas e hirió a otras 489 en el Strip de Las Vegas, tan sol en un año compró 33 armas, la mayoría de ellas rifles y poseía más de 40 armas de fuego en total.
Algunas «libertades» en la política de control de armas estadounidense:
- Los ciudadanos pueden vender y comprar armas en línea, incluso con el vendedor manteniendo su anonimato y libre de la obligación de realizar una verificación de antecedentes al comprador.
- Si el gobierno no emite un antecedente penal dentro de los tres días, las ventas pueden continuar sin él.
- La venta de armas puede tener lugar entre vecinos, amigos y familiares legalmente.
Y esas son solo algunas de las muchas libertades que existen dentro de las políticas de control de armamento en los Estados Unidos. No es de extrañar que cada vez que ocurra un tiroteo masivo, las personas se lamenten de la increíble facilidad que tiene un criminal de adquirir armas de fuego en el país.
¿Porqué nada cambia?
Con miles muriendo cada año por la violencia relacionada con las armas, crecen los llamados para un control efectivo. Pero un pequeño grupo bien financiado afirma que las armas son esenciales para la protección contra los delincuentes, y según ellos es derecho constitucional.
La Asociación Nacional del Rifle fue fundada en 1871 e inicialmente era esencialmente un club para cazadores y deportistas.
El tema del control de armas fue marginado en la política estadounidense hasta la década de 1970, y fue en ese momentos que la NRA fijo su posición absoluta: oponerse a todos los intentos de control.
Hoy, la NRA tiene una membresía de cinco millones de estadounidenses y bolsillos muy profundos a su favor.
Es una fuerza poderosa en Washington, que financia a los políticos y ejerce presión a favor y en contra de la legislación.
Si bien muchos estadounidenses tienen un enfoque matizado de las leyes sobre armas, la NRA simplemente dice que no a las propuestas de control.
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La NRA financia políticos para mantener las políticas de ventas de armas actuales
Según el Centro no partidista de Política Receptiva, durante las elecciones generales de 2016, la NRA gastó un récord de 54 millones de dólares en 86 candidatos republicanos, a menudo produciendo anuncios en apoyo del republicano.
Entre los 535 miembros actuales del Congreso, 307 han recibido contribuciones directas de campaña de la NRA y sus afiliados o se han beneficiado del gasto independiente de la NRA en publicidad que respalda sus campañas.
También apoyó firmemente al presidente Donald Trump, quien fue el mayor beneficiario del dinero de la NRA en 2016.
Se ha desarrollado una enorme cadena de beneficios entre los políticos y la NRA, que pone un obstáculo frente a los esfuerzos de control de armas, a pesar del creciente número de muertos.
Las encuestas de opinión de los últimos años muestran que la voluntad de los estadounidenses de tener una ley federal integral de control de armas alcanzó su punto máximo en 2018, con millones de personas «marchando por sus vidas», pero detenidas por la Casa Blanca solo por esta cadena de beneficios.
Fuentes: Yahoo News Ecns.cn
