Corea del Norte realizó este martes un nuevo lanzamiento de proyectiles desde su Costal Oriental, en lo que sería la cuarta prueba militar en las últimas dos semanas, de acuerdo a fuentes del país peninsular.
El test armamentístico fue supervisado por el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien afirmó que estas acciones suponían una “advertencia” a Estados Unidos y Corea del Sur, quienes realizaron sus propias maniobras conjuntas el pasado 5 de agosto.
Al respecto, Pyongyang acusó a los dos países aliados de haber incumplido los acuerdos alcanzados en los últimos encuentros internacionales y advirtió con emprender “otra vía” diferente al diálogo. Pagarán un “alto precio”, sentenció el gobierno de Kim a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores.
De acuerdo a la estatal de noticias, KCNA, el nuevo proyectil testeado se trataría de “un nuevo tipo de misil guiado”, cuyo “disparo de prueba verificó con claridad la fiabilidad, seguridad y capacidad bélica real del nuevo sistema armamentístico táctico guiado”.
Se espera que Estados Unidos y Corea del Sur realicen una nueva maniobra militar el próximo 20 de agosto y, de acuerdo a una fuente surcoreana, Washington y Seúl estarían “analizando la situación y manteniendo una posición de preparación”.
Este último test de misiles de Corea del Norte se llevó a cabo en el marco de los últimos cuatro lanzamientos que han tenido lugar desde el pasado 25 de julio.
De acuerdo a los primero análisis del ejército de Corea del Sur, las pruebas de su vecino del Norte incluyeron misiles balísticos de corto alcance.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estaría restándole importancia a los ensayos castrenses, pues estos no estarían infringiendo los acuerdos alcanzados en las cumbres con el líder Kim Jong-un.
Corea del Norte habría robado USD 2.000 millones para fabricar armas
A pesar de que las pruebas armamentísticas de Corea del Norte no violan los acuerdos entre Estados Unidos y Corea del Norte y, subsecuentemente, con Corea del Sur, esto no significa que el régimen comunista esté actuando de buena fe y bajo los principios de defensa propia.
Y es que el gobierno de Kim Jong-un habría robado 2.000 millones de dólares estadounidenses a través de ciberataques para financiar su programa nuclear, de acuerdo a un informe filtrado de la ONU.
De acuerdo al informe, al cual tuvo acceso la agencia Reuters, «Los actores cibernéticos de la República Popular Democrática de Corea, muchos de los cuales operan bajo la dirección de la Oficina General de Reconocimiento, recaudan dinero para sus programas de armas de destrucción masiva, con ingresos totales estimados hasta la fecha en hasta 2.000 millones de dólares».
Asimismo, el documento detalla que los ataques digitales se realizaron de forma sofisticada para tomar fondos de instituciones financieras y criptomonedas, estas últimas con el fin de “generar ingresos de formas más difíciles de rastrear y sujetas a una menor supervisión y regulación gubernamental que el sector bancario tradicional».
De acuerdo a las fuentes, la ONU estaría investigando hasta 35 ataques cibernéticos realizados por Corea del Norte, detalla la BBC.
