Los riñones eliminan los desechos y el exceso de líquido del cuerpo; también eliminan el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales en la sangre.

Sin este equilibrio, es posible que los nervios, los músculos y otros tejidos en el cuerpo no funcionen normalmente.

Los riñones también producen hormonas que ayudan a:

  1. Controlar la presión arterial.
  2. Producir glóbulos rojos.
  3. Mantener los huesos fuertes y saludables.

Algunas tensiones en nuestros riñones no se pueden evitar, y debido a que están diseñados para manejar toxinas, podemos confiar en que nuestros riñones son fuertes. Pero, cualquier órgano puede sobrecargarse y sufrir daños.

Es posible que te sorprendas al saber cuántos alimentos pueden dañar los riñones, incluso los que parecen saludables.

En consecuencia,  asegúrate de no exagerar con ninguno de los siguientes 5 alimentos.

1. Nueces

Si eres propenso a los cálculos renales, las nueces no son un buen refrigerio. Contienen una categoría de minerales llamados oxalatos, que se encuentran en el tipo más común de cálculo renal.

Para las personas sanas, es importante conocer su ingesta de alimentos que contienen oxalato, como espinacas, remolachas, papas fritas y papas fritas.

Algunos de estos elementos, incluidos los frutos secos, pueden ser adiciones muy saludables a su dieta. Pero como en todas las cosas, el equilibrio es clave.

Elije una variedad de verduras en lugar de solo espinacas, y coma nueces solo con moderación.

2. Aguacates

Estas frutas verdes cremosas y deliciosas son lo que nos enseñó que comer grasa está bien.

Sin embargo, los aguacates también vienen con una alta dosis de potasio, que controla los líquidos, el equilibrio de electrolitos y el nivel de pH.

Los riñones dependen del equilibrio correcto de potasio y sodio para hacer su trabajo correctamente; demasiado de cualquiera es un problema.

Hipercalemia es el nombre que se le da a tener demasiado potasio en la sangre, y esto ocurre en personas con enfermedad renal avanzada. A menudo causa náuseas, debilidad, entumecimiento y ritmo cardíaco lento.

Por suerte, no tienes que preocuparte demasiado por los aguacates o el potasio si no tienes una enfermedad renal preexistente.

3. La cafeína

Los estudios demuestran que el consumo de cafeína a largo plazo puede empeorar la enfermedad renal crónica y puede aumentar el riesgo de cálculos renales.

La cafeína es un diurético suave, que afecta la capacidad de los riñones para absorber agua. En cantidades razonables, esto no debería impedir que tus riñones accedan a suficiente agua para hacer su trabajo, pero en exceso puede ser un problema.

La cafeína asimismo estimula el flujo de sangre y por lo tanto aumenta la presión arterial. Nuevamente, no es un problema si tienes presión arterial normal.

4. Productos lácteos

Leche

Los productos lácteos, como la leche, el queso y el yogur, están cargados de calcio y aumentan el nivel de calcio en tu orina. Esto se ha relacionado con un mayor riesgo de cálculos renales.

Para las personas que ya tienen enfermedad renal, se ha encontrado que reducir el consumo de productos lácteos hace que el trabajo de filtrado realizado por los riñones sea más fácil para ellos. Esto puede retrasar la necesidad de diálisis.

La mantequilla es un producto lácteo con alto contenido de grasas saturadas, lo que aumenta el riesgo de enfermedades del corazón. Desafortunadamente, la enfermedad cardíaca es un factor de riesgo importante para la enfermedad renal y la enfermedad renal presenta riesgos similares para el corazón.

Cambie al aceite de oliva con sus hierbas favoritas para cubrir el pan y aderezar las verduras para reducir tu dependencia de la mantequilla.

5. Sal

El sodio funciona en combinación con el potasio para mantener el equilibrio de líquidos en tu cuerpo, lo cual es crucial para el buen funcionamiento de los riñones. Pero la mayoría de nosotros consumimos demasiado sodio en nuestras dietas, incluso antes de poner sal en la mesa.

Los productos procesados ​​contienen una tonelada, más de lo que incluso se podría imaginar.

Demasiado sodio hace que los riñones retengan agua para diluir la sal en el torrente sanguíneo, lo que supone una carga excesiva para ellos.

Un hábito de sal a largo plazo aumenta la presión arterial y puede dañar las nefronas de los riñones, las estructuras microscópicas que filtran los desechos.

Consume alimentos integrales frescos tanto como sea posible para que puedas controlar el nivel de sal.

 

 

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