La Corte Suprema de los Estados Unidos ha permitido al presidente Donald Trump hacer cumplir su política de prohibir a los militares transexuales.
El tribunal votó 5-4 para conceder la solicitud de la administración Trump de levantar las medidas cautelares que bloquean la política, mientras que los desafíos continúan en los tribunales inferiores.
Los cuatro jueces liberales en la corte se opusieron a la sentencia.
La política «prohíbe servir a las personas transexuales que requieren o han sufrido una transición de género».
El presidente anunció en Twitter en 2017 que el país ya no «aceptaría ni permitiría» que los transexuales sirvan en el ejército, citando «tremendos costos médicos y trastornos».
El ex secretario de defensa Jim Mattis refinó la política para limitarla a personas transexuales con un historial de disforia de género, y hace excepciones para varios cientos de personas transexuales que ya prestan servicios abiertamente o que están dispuestos a servir «en su sexo biológico».
En su memo, el general Mattis argumentó que «por su propia naturaleza, el servicio militar requiere sacrificios» y que aquellos que sirven «aceptan voluntariamente las limitaciones de sus libertades personales».
Varios jueces de primera instancia en todo el país habían emitido medidas cautelares que bloqueaban la prohibición.
La batalla continua
El gobierno de Trump, frustrado porque los jueces de los tribunales inferiores habían bloqueado nuevamente la implementación de una de sus decisiones políticas, pidió a los jueces que intervinieran y despejaran el camino.
La Casa Blanca quería una decisión rápida porque, según se dijo, permitir que los individuos transexuales sirvieran en el ejército presentaba «un riesgo demasiado grande para la efectividad militar».
Por una mayoría desnuda, el tribunal cumplió.
Aunque los jueces no pasaron por alto el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito, que el presidente ha tratado de pintar como bastión de los jueces liberales, hicieron lo mejor para el presidente.
Permitieron que la prohibición de personas transexuales entrara en vigor mientras continúa la lucha legal, que podría durar años.
Durante los últimos dos años, los opositores del presidente, hasta hace poco excluidos del poder nacional, han considerado al sistema judicial como la última línea de defensa.