Personalmente, admito haber gastado mucho dinero tratando de eliminar orzuelos con dermatólogos, incluso un día me salieron un par muy feos que hasta tuve miedo, por lo que acudí a un oncólogo para que los revise. Pero no hay de que preocuparse, por lo general son benignos y no requieren siquiera intervención médica.
Con estos ingredientes de la rutina puedes eliminar rápido los orzuelos
Hoy te mostramos varias formas diferentes de acabarlos, lo mejor de todo, desde casa. Son trucos fáciles, prácticos y con herramientas que fácilmente podemos adquirir en un supermercado o farmacia:
Con una cucharada de semillas de cilantro y agua hirviendo, puedes preparar un lavado natural para el ojo afectado, solo deja que hierva por 15 minutos, deja que enfríe y cuela para aplicar. Las semillas son antiinflamatorias, por lo que reducen la hinchazón del párpado (la glándula), aliviando el dolor.
El mismo procedimiento, pero con cúrcuma, es igual de efectivo gracias a sus propiedades antibacterianas. En este caso, te sugerimos que repitas el procedimiento al menos unas tres veces al día para que puedas ver efectos.
El Aceite de ricino es un excelente fungicida e hidratante natural con el que podemos eliminar orzuelos en casa fácilmente. Con un poco de algodón y la zona afectada previamente lavada, aplicamos al menos un par de veces al día. El aceite de ricino controla la producción de sebo y favorece la cicatrización.
Aplicar Sábila no solo resuelve el problema de inmediato, sino que protege ante futuras apariciones de orzuelos gracias a la regeneración de células y colágeno que promueve su aplicación. En otros contenidos hablamos de los beneficios de la sábila (o Aloe Vera) para la piel.
Las papas sobre los ojos, ralladas simplemente colocadas en rodajas sobre los ojos, es uno de los remedios para eliminar orzuelos más populares que hay. El efecto desinflamatorio es más que conocido y al mismo tiempo quita el dolor y refresca la zona hinchada.
Estas son molestias que no se le pueden considerar enfermedades, en niños pueden ser comunes, especialmente en edad escolar, ya que surgen a raíz de leves infecciones contraídas por compartir elementos de uso personal. Lo mejor que se puede hacer en ese caso es tener una educación higiénica efectiva que evite que las personas toquen sus ojos con las manos sucias o compartan los artículos de limpieza.