La palabra Dios no es para mí más que la expresión y resultado de la debilidad humana, la Biblia es una colección de leyendas venerables pero primitivas.
– Era una de las líneas que se podía apreciar en el documento de la mano de Albert Einstein.
La carta fue escrita en Princeton cerca de un año antes de su muerte en enero de 1954, y es considerada uno de sus escritos más famosos acerca de Dios y respecto a su existencia. Desde la identidad del científico como judío y su búsqueda del significado de la vida, es ahora señalada como una de las expresiones más limpias y contundentes de las opiniones religiosas y filosóficas del alabado científico.
Fue vendida en una subasta de Christie’s con sede en New York, estando muy cerca de alcanzar los 2.9 millones de dólares o unos 2.5 millones de euros, aproximadamente el triple del valor mínimo estipulado en la subasta, por el que se esperaba vender.
¡La carta del genio del siglo XX se vendió por el triple de lo esperado!
Expertos consideraron, antes de la subasta, un estimado entre 1 y 1.5 millones de dólares, finalmente siendo vendidos por 2.892.500 dólares, con impuestos y comisiones incluidos. La subasta fue organizada con la única finalidad de vender dicha carta.
Einstein, quien es considerado hoy uno de los científicos y mentes más brillantes del siglo XX, así como uno de los científicos más famosos en el mundo por su razonamiento crítico y teorías, tenía su origen en Alemania con raíces judías. En el texto se podía apreciar claramente que su posición respecto al judaísmo era escéptica del mismo modo como lo era frente a Dios, las que definía como la encarnación de una superstición repetida desde tiempos primitivos.
La carta fue escrita en respuesta al libro Choose Life de Gutkind de 1952, donde intento buscar puntos en común, denotando la necesidad humana de que la moral se situara encima del interés propio, aun siendo severamente criticado dicho libro por parte del científico.
