En esta empresa asumen que, si no pueden hacer el teléfono perfecto, porque es muy complicado complacer a todos los usuarios, entonces van a hacer todos los dispositivos posibles para cubrir las expectativas de todos las personas que tienen gustos, intereses y presupuestos diferentes. Procuran no dejar ni un hueco vacío en sus generaciones y eso está bien, a fin de cuentas, un usuario estándar puede pasar máximo una hora en la tienda decidiendose por un móvil como el Xiaomi Mi 11i, un gama alta de corazón, con una que otra spec recortada por si no necesitas todo el “lujo” de un flagship.
Este equipo no es más que un gama alta con toda la potencia y el cuidado que le han dado al apartado fotográfico este año, pero sin la pantalla curva ni el sensor de huellas digital. De resto es un dispositivo capaz de cumplir con todos los requerimientos que se necesitan para cumplir, al menos en rendimiento y captura de momentos, contra la propuesta de otros fabricantes.
El panel es plano, con las tradicionales 6.67” pulgadas que nos presenta Xiaomi en casi toda su gama media, sin embargo, no renuncias a las últimas tecnologías implementadas para el más costoso del catálogo. El panel AMOLED de este equipo tiene 120Hz, una alta tasa de muestreo 360 Hz. En el portal oficial presumen de la Certificación A+ de DisplayMate que elogia la altisima calidad de este panel, ya que han acertado en la calibración, el respeto por el espacio de color DCI-P3, el logro de los 1300 nits de brillo y mucho más. Sin duda, es lo que necesitan los usuarios que no quieren ese panel curvo que resulta premium, pero incómodo a la final.
El apartado fotográfico del Xiaomi Mi 11i luce sin cambios con respecto al tope de gama base del momento. El sensor de 108 MP es el mismo, así como la compañía del tele macro de 5MP y el UGA de 8MP que promete ofrecer modo nocturno, inteligencia artificial para coadyuvar con la toma de imágenes y toda la potencia del nuevo software de creatividad que promete madurez para el que le gusta trabajar con el móvil.
La estética se conserva, lo mismo con el ligero peso, pero renuncia a la carga ultra rápida, la inalámbrica y al sensor en pantalla, trasladandolo al costado, el Gorilla Glass es la 5ta generación y no el Victus. Conserva el altavoz dual, la certificación Hi Res y por supuesto el Snapdragon 888 con 8GB de RAM y 128 o 256 GB de almacenamiento interno.
Sobre su precio, puede ser que por diseño te agrade, por debajo de los 600 euros, precio que ya roza, sin embargo, es evaluable teniendo en cuenta la complicada competencia que tiene, con propuestas como la de Realme y POCO.