Analizando un poco la generación “T” de este año, el Xiaomi Mi 10T Lite debió ser el Mi 10T “a secas”, el Pro debe mantener todos sus caracteres y esta interacción simplemente no debe existir, mucho menos con un diseño diferente que lo baja de categoría, mucho. Espero que lo hayan entendido y no crean que estoy diciendo que es un mal dispositivo, al contrario, veremos que bajo el capó hay mucho potencial, pero creo que el comprador estándar y seguidor fiel de la marca, ya está cansado de ver tanta confusión en el catálogo de la marca china.
Este Lite se viste de barato para justificar su existencia en el anaquel de los smartphone de gama media potentes por debajo de los 300 euros, recoge la mochila redonda de los POCO y se viste de colores apagados pero elegantes, con un frontal plano bien aprovechado y ligeramente intervenido por el Dot en su pantalla tradicional de 6.67”.
Que por cierto, tiene una tasa de refresco de 120Hz con Adaptive Sync y de muestreo de hasta 240 Hz, no lo parece, pero es un smartphone gamer de toda sepa. Su resolución es FullHD+ y sigue siendo LCD, pero le han incorporado todas las novedades que la hacen “saludable” para la vista.
El apartado de cámaras ya lo hemos visto en algunos Redmi, con un Sony IMX 682 de 64 MP que da los resultados más decentes de esta franja de precios, con un modo nocturno más que aceptable, un zoom disfrutable y un balance de blancos con IA muy productivo, especialmente para tomar la mayor cantidad de detalle posible en escenarios con luces complicadas.
Le secundan un Ultra Gran Angular de 8MP con campo de visión de 120°, un macro y un bokeh de 2MP para dar juego a las nuevas funciones del software mejorado, que incluye un timelapse mejorado, video dual y hasta video selfies con timelapse con su gran lente de 16MP frontal.
El Xiaomi Mi 10T Lite estrena el Snapdragon 750G, una necesaria revisión de los exitosos intermedios de Qualcomm con la que incorporan 5G, hasta un 20% más de potencia y un 10% de mejor rendimiento de la GPU en apps pesadas. Existen dos versiones: 6/64GB y 6/128GB, esta última con memoria UFS 2.2.
Le rinde una batería de 4820 mAh y Xiaomi estrena una nueva tecnología de carga en este móvil que implica una distribución más óptima de la energía. Le llaman MMT (Middle Middle Tab) y lo que propone es que la corriente eléctrica entre por el centro de las celdas a través de dos fuentes diferentes, para mantener la salud de la batería por más tiempo, evitando desgastes tempranos y garantizando una carga completa en solo 59 minutos.
Por 250 euros, vale la pena, por un euro más, ni por error. Considera la posibilidad de cazar una oferta de este equipo que además incluye NFC, altavoces duales y el GPS de doble frecuencia que estrenaron en el bello Mi9 hace un par de años.