El Servicio Meteorológico Nacional espera que el huracán Barry, con vientos de 75 mph, golpee partes de Louisiana, Mississippi y otras regiones cercanas con lluvias e inundaciones extremas este sábado y el domingo.

Barry podría no ser un gran huracán, pero se ha capitalizado en aguas oceánicas excepcionalmente cálidas para cargarse de humedad, lo que pronto sofocará la región, según especialistas.

“Va a llover fuerte”, destacó Jeff Weber, un meteorólogo de la Corporación Universitaria de Investigación Atmosférica (UCAR), mientras Barry tomaba fuerza en el Golfo de México.

Asimismo, enfatizó el científico de huracanes del Centro Nacional para la Investigación Atmosférica (NCAR, por sus siglas en inglés), Rosimar Rios-Berrios, que “la lluvia es uno de los efectos más impactantes de una tormenta tropical”, mientras Barry se dirigía a Luisiana.

De hecho, hay que recordar que el huracán Harvey, el evento de lluvia más grande en la historia de los EE.UU., hizo su mayor destrucción cuando ya no era un huracán.

“… la actualización a un huracán significa poco en términos de los impactos generales de Barry”, señaló el Centro Nacional de Huracanes el sábado por la mañana.

Se pronostica que partes de Louisiana y Mississippi recibirán entre 10 y 20 pulgadas de lluvia. Algunos modelos muestran 18.5 pulgadas en Baton Rouge, Louisiana, propenso a las inundaciones.

 Un pie de lluvia en esa área puede crear un gran problema, señaló Weber, de UCAR.

Barry traerá consigo inundaciones dañinas o catastróficas

Aunque la lluvia sería inminente a pesar de todo, a partir de la tarde del viernes todavía no estaba claro si Barry se convertiría en una tormenta con vientos huracanados.

El sistema de tormentas desequilibrado y desorganizado fue golpeado por vientos, conocido como cizalladura del viento, que dificultó la organización en una tormenta más potente, señaló Rios-Berrios.

Sin embargo, Barry superó esos desafíos, y como un huracán traerá oleadas de agua oceánica a las áreas costeras, amenazará con superar los diques en la región y casi con seguridad traerá inundaciones dañinas o catastróficas a ciertas áreas durante los próximos dos días.

Sin embargo, Servicio Meteorológico Nacional proyecta que, incluso con la marejada de Barry impulsada por el viento, el ya hinchado Mississippi alcanzará los 17 pies sobre el nivel del mar, en comparación con los 20 pies que se esperaba hace unos días.

Muchos de los diques de la ciudad protegen la vibrante e histórica ciudad de hasta 20 pies de inundaciones a lo largo del poderoso río, por lo que Nueva Orleans puede evitar el peor escenario este fin de semana.

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