Violencia de género: Un mal mundial por erradicar
Al menos 144 países han aprobado leyes sobre violencia doméstica y 154 disponen de legislación sobre acoso sexual. Sin embargo, ni siquiera contar con una ley garantiza que ésta siempre respete o aplique las normas y las recomendaciones internacionales.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) puso en marcha en el año 2016, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), también conocidos como objetivos del milenio, los cuales son una agenda inclusiva, para el logro de un cambio positivo en beneficio de las personas y del planeta, son 17 objetivos interrelacionados, y con el número 5 se encuentra; lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
La igualdad entre los géneros es más que un derecho humano fundamental, es el soporte necesario, para lograr un mundo pacífico, lograr el cumplimiento de este objetivo de desarrollo, facilita el acceso de mujeres y niñas en todo el mundo a; la educación, el trabajo, la atención médica y el resto de los procesos sociales, erradicar la violencia de género es fundamental, para acabar con la discriminación por género que predomina aún en muchos países del mundo.
Estadísticas publicadas por ONU Mujeres desde el 2015 indican que el 35% de las mujeres a nivel mundial, han sufrido de violencia física y/o sexual por parte de un compañero sentimental y violencia sexual por otra persona diferente a su compañero sentimental. Se estima que en los últimos años más de la mitad de los casos de homicidios a mujeres, fueron ejecutados por sus compañeros sentimentales o algún miembro de la familia, comparado con un 6% de hombres asesinados en ese mismo lapso de tiempo. Las mujeres adultas representan el 51 por ciento de las víctimas de trata de seres humanos detectadas a nivel mundial. En conjunto, las mujeres y las niñas suponen cerca del 71 por ciento, siendo las niñas casi tres de cada cuatro víctimas infantiles de la trata. Casi tres de cada cuatro mujeres y niñas víctimas de trata lo son con fines de explotación sexual.
Activistas por el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia
En 2017, observamos un auge sin precedentes de los movimientos por los derechos de las mujeres, la igualdad, la seguridad y la justicia.
Las mujeres de todo el mundo mantienen un incansable ímpetu , y continúan mostrando el poder que tienen muchas voces al unísono. Existe un profundo deseo de cambio en la vida de las mujeres, ellas están denunciando, confrontando y desafiando las prácticas que han venido normalizando la violencia de género y la discriminación en todas las esferas de la vida.
El activismo de hoy necesita transformar el modo de escuchar a las mujeres y el modo de verlas, reconociendo el poder de los estereotipos para incidir en cómo valoramos a las personas.
En la mayoría de países donde existen datos, menos del 40 por ciento de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda. Entre las mujeres que lo hacen, la mayoría recurre a la familia y a amistades y muy pocas confían en instituciones y mecanismos oficiales, como la policía o los servicios de salud. Menos del 10 por ciento de aquellas mujeres que buscaron ayuda tras haber sufrido un acto de violencia lo hicieron recurriendo a la policía.
Los movimientos de mujeres en todo el mundo, trabajan por hacer que se cumplan las legislaciones en esta materia, luchan día a día, para que las mujeres víctimas del abuso y la violencia puedan confiar en las instituciones correspondientes a su defensa y salir del ciclo de la violencia, por esta razón cada día son más las organizaciones no gubernamentales, las asociaciones civiles y los organismos gubernamentales, que se unen para trabajar en pro de lograr el 5° objetivo de la Agenda 2030.
Metas del 5° objetivo de la agenda 2030
Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo.
Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación.
Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
Reconocer y valorar los cuidados y el trabajo doméstico no remunerados mediante servicios públicos, infraestructuras y políticas de protección social, y promoviendo la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, según proceda en cada país.
Asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública.
Asegurar el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y los derechos reproductivos según lo acordado de conformidad con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, la Plataforma de Acción de Beijing y los documentos finales de sus conferencias de examen.
Emprender reformas que otorguen a las mujeres igualdad de derechos a los recursos económicos, así como acceso a la propiedad y al control de la tierra y otros tipos de bienes, los servicios financieros, la herencia y los recursos naturales, de conformidad con las leyes nacionales.
Mejorar el uso de la tecnología instrumental, en particular la tecnología de la información y las comunicaciones, para promover el empoderamiento de las mujeres.
Aprobar y fortalecer políticas acertadas y leyes aplicables para promover la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a todos los niveles.
Si bien entre 2000 y 2015 se produjeron avances a nivel mundial con relación a la igualdad entre los géneros, aún hoy las mujeres y las niñas siguen sufriendo la discriminación y la violencia en todos los lugares del mundo.