En la primera entrega de este apartado “Enfoque de una mujer madura”, titulada “Me da vergüenza masturbarme” hablamos sobre la auto-limitación de algunas mujeres en masturbarse y/o hablar libremente de ello. Puedes ver aquí la entrega pasada.
Se asomaron algunas posibles causas y efectos no tan favorables de esta situación para el libre crecimiento de tu personalidad, seguridad y auto reconocimiento.
Aun así, no hay edad para empezar a conocerse. Además, se trata de una actividad muy extendida por lo que no debes sentir que eres la única que lo hace.
A diferencia de los hombres que, estadísticamente, tienen su etapa más activa de masturbación durante su adolescencia y luego empieza a hacer menos frecuente, las mujeres pueden tardar un poco más en sentir esta curiosidad.
La mujer tiende empezar más tarde
Varios estudios señalan que el mayor porcentaje de las mujeres que empezaron a masturbarse, como una práctica habitual, son mayores de 43 años de edad. Además, una porción alta de este grupo, ya tenía una vida consolidada en pareja.
Entrado a los 40s, empieza una etapa en la vida de mayor autonomía, la presión social que apunta a priorizar la satisfacción de tu pareja, ante todo, disminuye, y se empieza a hablar más sobre este asunto entre los grupos de amistad.
Rompe tus limitaciones
Hay varios elementos que contribuyen, erróneamente, a que una mujer se auto restrinja en el conocimiento de su cuerpo. Te mostraremos 3 muy frecuentes, para que dejes de preocuparte.
1. La masturbación no es dolorosa
… O, por lo menos, no tiene que ser así. Aunque, manipularte fuertemente cuando no has lubricado es doloroso.
Para ello, el comienzo de debe ser sutil y sin mucha intensidad. La mente debe hacer la mayor parte del trabajo. Por lo que debes tener paciencia y utilizar lubricantes con base de agua para obtener una experiencia óptima.
2. Masturbarte no disminuye la sensación de placer sexual con tu pareja
Son varios los mitos relacionados con esto, por lo que debemos aclarar:
- Tu vagina no se agrandará hasta no sentir nada, al contrario, el músculo pélvico se hará más fuerte y tonificado mejorando la sensación sexual para para ti y tu pareja.
- Tampoco eres una especie de pila a la que se le descarga la potencia sexual. Es posible que tu clítoris quede un poco sensible después de masturbarte (que por cierto es parte del placer) y tengas que esperar un poco para poder tocar. Pero no influirá negativamente en la relación con tu pareja.
- Al contrario, aprenderás sobre qué te excita más y como puedes hacer que tu pareja haga lo mismo contigo.
- Hablar abiertamente de esto con una pareja, es propicio para que aprenda a utilizar sus dedos para llevarte a la luna.
3. No daña tu piel ni deforman tus labios vaginales
La masturbación no daña tu piel. Más bien hace que tu cuerpo se relaje y que la irrigación se dé mejor.
En el segundo caso, enfatizamos que los labios se ven más afectados afectados por el parto, ropa ajustada, y actividades como montar bicicleta que por la masturbación. Es decir, masturbarte no es algo que incida de forma significativa en un la forma de tus labios.
Lo que estás haciendo con tu vagina no sobrenatural ni traumático. Tu vagina está diseñada para esto. Puedes sentirte tranquila en este aspecto.