Un estudio del Centro de Investagación Pew sugiere que una mayoría de adolescentes americanos siente miedo de acudir al Instituto debido a la violencia de las armas de fuego, al igual que estudiantes de Australía, India, Líbano y Reino Unido.
El 14 de febrero de 2018, un antiguo estudiante de 19 años que había sido expulsado de la escuela, abrió fuego en el Instituto de Secundaria Marjory Stoneman Douglas, acabando con la vida de 17 personas. La prensa de todo el mundo se hizo eco de la tragedia y se multiplicaron las manifestaciones en solidaridad. Pero, después del tiroteo, ¿qué? Cuando las cámaras y los reporteros se marchan, y luego de las condolencias, ¿qué ocurre?
Bromas de mal gusto con los supervivientes del tiroteo.
Aún resuenan los ecos de la parodía sobre el tiroteo en Parkland que exhibió en su show un fámoso cómico el pasado diciembre, quien recibió palos por todas partes de los supervivientes y familiares de los fallecidos, y en el que, entre otras, ridiculizaba a alumnos de Parkland quienes organizaron una campaña de presión para exigir a las autoridades la prohibición de armas de fuego, la campaña activista March For Our Lives.
En uno de sus chistes de mal gusto, refiriéndose a la campaña, el cómico se preguntaba por qué eso les hacía tan interesantes, y se burlaba diciendo que si ellos aún estaban vivos quizá fuese porque se escondieron detrás de algún chico “gordito”, y ahora tenía que aguantar escucharles.
Uno de los supervivientes escribía en un tuit que le parecía vergonzoso que el plan para ocultar su presunta mala conducta sexual fuese hacer burla a los supervivientes del tiroteo por manifestarse en contra de las pistolas. En el show también incluía una crítica a los jóvenes, a los que definía como de género neutro y con dificultades de aprendizaje.
En otro tuit se decía que era igual de reprochable que los asistentes al show rieran y aplaudieran las bromas de mal gusto del cómico, y el padre de una de las alumnas fallecidas se dirigía al comediante invintándole a venir a su casa y que se atreviera a hacer sus patéticas bromas delante de él.
El estigma de los supervivientes del tiroteo.
Tras diez meses desde el tiroteo, una alumna recordaba que ya había pasado mucho tiempo desde aquel día que permaneció escondida bajo la mesa de su profesor, mientras las balas silbaban por los pasillos y despachos del Instituto. Un largo tiempo durante el que se ha sentido abandonada y explotada a la vez, bajo el estigma de ser una de las “supervivientes del tiroteo”. Ahora se siente frustrada porque ya no se siente la misma, algo ha cambiado y ahora es otra persona diferente, y siente una batalla en su interior entre la que és ahora y la que era antes del suceso.
Se lamenta también de que está en su último año antes de graduarse y siente que no se puede dar un taconazo y seguir adelante como si nada, pasa todos los días por la puerta y tiene que vivir con eso. En el Instituto fue feliz y ahora no se siente capaz de finalizar allí y está pensando en graduarse en otra escuela distinta.
Un año después las cosas no han cambiado. El miedo sigue en las mentes de todos los estudiantes. En víspera del aniversario del tiroteo de Parkland, un estudiante de Texas, a quien se le preguntó qué pensaba sobre los tiroteos en las aulas, contestó: “¡Ójala hoy no me disparen!”.
Fuente: BBC News