La cantante estadounidense Taylor Swift ha denunciado a través de su cuenta en Twitter que el presidente y CEO de Big Machine Records, Scott Borchetta, y el famoso manager musical Scooter Braun, le han prohibido tocar su música en vivo para su presentación en los American Music Awards, porque eso significaría que Swift está “regrabando su propia música antes de tenerlo permitido el próximo año”.
Swift, quien recibirá el premio como Artista de la Década en la prestigiosa gala musical, aseguró que la medida de Borchetta y Braun llega justo cuando tenía planeado hacer un medley de todos sus hits de los últimos 10 años, lo que, por supuesto, incluiría los temas que la joven artista compuso cuando formaba parte de Big Machine Records.
La superestrella también aseguró que Borchetta y Braun le han bloqueado la oportunidad de que Netflix utilice su música más antigua, así como audiovisuales de presentaciones en vivo para un documental que la gigante de la industria del streaming prepara sobre la intérprete de “Lover”, a pesar de que este proyecto “no menciona a ninguno de ellos o a Big Machine Records”.
“Scott Borchetta le dijo a mi equipo que me permitirán utilizar mi música solo si hago estas cosas: si acuerdo no grabar versiones nuevas de mis canciones el próximo año (lo cual es algo que legalmente tengo permitido hacer y espero por hacer), y (…) que deje de hablar sobre él y Scooter Braun”.
Al respecto, Swift aseguró que para ella es muy importante poder hablar de lo que actualmente le sucede en cuanto a los derechos sobre su propia música, porque podría “cambiar el nivel de conciencia” en otros artistas y ayudarlos a evitar situaciones similares.
“El mensaje que se me envía es muy claro”, continúa la cantante en su comunicado. “Básicamente, sé una niña buena y cállate. O serás castigada”.
Don’t know what else to do pic.twitter.com/1uBrXwviTS
— Taylor Swift (@taylorswift13) November 14, 2019
Swfit prosiguió a pedir ayuda a sus fans, así como a sus colegas artistas para que le hagan saber a Braun y a Borchetta que están “ejerciendo un control tiránico sobre alguien que solo quiere tocar la música que escribió”.
“Esto es INCORRECTO. Ninguno de estos hombres puso una mano para escribir estas canciones. Ellos no hicieron nada para crear la relación que tengo con mis fans”, añadió.
La cantante de 29 años, en este sentido, también pidió ayuda al Carlyle Group, “el cual puso dinero para la compra de mi música a estos dos hombres”.
“Yo solo quiero poder presentar MI PROPIA música. Esto es todo”, sentenció la cantautora, quien también explicó que la situación la había estado manejando, sin éxito, por privado.
“Ahora mismo, mi presentación en los AMA’s, el documental de Netflix y cualquier otro evento grabado que esté planeando para tocar hasta noviembre de 2020 son un signo de interrogación”, admitió Swift.
Entonces, Swift denunció que a ella no se le dio la oportunidad de comprar su propia música, con cheque en mano, y aseguró sentirse “triste y asqueada” por la adquisición.
Desde entonces, la cantante ha dicho en varias oportunidades que planea volver a grabar su música, para volver a tener control sobre ella, y se ha convertido en una de las voces más fuertes en la industria de la música en el tema sobre los derechos de los artistas sobre su material.