Argentina ya ha superado los 12.500 casos de pacientes infectados con el COVID-19 o Coronavirus y más de 450 fallecidos. Esta terrible pandemia que ha azotado al mundo, es causante de un gran número de fallecidos. Aunque estas cifras son alarmantes, no deja de preocupar los efectos negativos que está ocasionando a nivel económico.

Desde el 20 de marzo, el Gobierno de Alberto Fernández decretó la cuarentena obligatoria. Esto con el objetivo de proteger a la población de las infecciones por COVID-19. Aunque la mayoría de las personas comprende la importancia de este decreto, muchos manifiestan su imposibilidad para acatarla.

El día lunes 25 de mayo de 2020, el Gobierno anunció un nuevo decreto de extensión de la medida de cuarentena obligatoria hasta el 7 de junio del 2020. Esta parece haber sido la gota de agua que derramó el vaso. Esto ya que aunque el Estado manifiesta que gracias a estas medidas se ha logrado contener la Pandemia en el país, los ciudadanos consideran que es insostenible para ellos continuar aislados sin poder trabajar.

Ciertamente las vidas humanas son lo más importante, pero el hecho de que las personas hayan tenido que confinarse para evitar el contagio trajo una serie de consecuencias. Son muchas las familias que se sostienen de empleos informales o formales. La mayoría necesita salir de sus hogares para ganarse el sustento diario.

Un pueblo que se levanta

Producto de esta inconformidad, casi 150 personas se agruparon en el casco histórico de Buenos Aires para protestar en contra de la extensión de la cuarentena obligatoria. Se quejan de  las medidas tomadas por el Gobierno no han sido suficientes para enfrentar la situación económica.

La protesta que se desarrolló justo donde se ubica la casa Rosada, sede presidencial, en la histórica Plaza de Mayo. Además  se realizó justo cuando se conmemora el “Día de la Patria” en Argentina. Además, en las afueras de Buenos Aires, hacia el Tigre, también manifestaron pero en automóviles que circularon tocando bocinas en señal de protesta.

Los manifestantes exigieron con pancartas y consignas al Gobierno que les deje trabajar. Muchos son padres y madres de familia. Tienen que pagar alquileres y servicios básicos, además de comprar alimentos y tratamientos médicos.

Solo queda esperar que transcurran los siguientes días para saber cuáles acciones tomará el Ejecutivo Nacional ante esta situación. Lo que sí queda claro es que ya los ciudadanos que viven en Argentina, no soportan más mantenerse en aislamiento preventivo obligatorio sin medidas de apoyo económico.

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