La historia del Reno Rudolph, es una de las más hermosas y tiernas historias de Navidad, que deja un mensaje sobre la confianza en uno mismo y sobre el hecho de que todos tenemos una luz interior que puede llegar en el momento correcto a iluminar la vida de alguien.

Reno Rudolph: El cuento

Rudolph es un reno que nació con la cualidad de tener una nariz roja y brillante, lo que llevó a que los otros renos del pueblo donde vivía, se burlaran de él.

El pequeño reno, cada vez más triste y solitario, sólo quería esconderse para que nadie lo viera y su escondite lo encontró en la seguridad de su casa, allí quedaba encerrado para que nadie pudiera reírse o burlarse de él.

Pasó el tiempo y  Rudolph se convirtió en un joven reno; con el apoyo de su familia, decidió abandonar su pueblo; estuvo caminando, solo, sin rumbo, durante mucho, mucho tiempo.

Una noche, en el Polo Norte, Papá Noel, se encontraba al lado de sus 8 renos y su trineo, ya prontos para salir a repartir los regalos a todos los niños del mundo.

Todo estaba saliendo perfecto, era una noche hermosa, todo estaba dado para que no ocurrieran contratiempos; cuando de pronto una espesa niebla cubrió toda la tierra.

Y ahora, ¿cómo iban a hacer? No se podía ver nada, no se podía distinguir nada y mucho menos las chimeneas para entrar a dejar los regalos; no podían volar a ciegas. Ya nervioso y preocupado, Papá Noel, mirando para todos lados, distinguió una luz roja; sin saber de qué se trataba, comenzó a seguirla en su trineo.

A medida que se iban acercado, esa luz se hacía más brillante; hasta que cuando llegaron a ella, se llevaron una gran sorpresa al ver a un reno con la nariz roja brillando. Al verlo, a Papá Noel, se le ocurrió la idea de que Rudolph podría ser de mucha ayuda, así que le propuso que se uniera a sus renos para poder guiarlos en la espesa niebla y así poder hacer llegar los regalos a todos los niños.

Se imaginan la emoción de Rudolph, quien aceptó de buena gana. Los otros renos: Donner, Blitzen, Vixen, Cupid, Comet, Dasher, Dancer y Prancer, aceptaron y acogieron felices al reno de la nariz roja que los guiaría a través de la niebla, para poder llegar a las casas de los niños.

Por fin Rudolph tenia un hogar, un lugar donde vivir y donde era aceptado tal cual era.

Origen del cuento

Todo comienza en los grandes almacenes Montgomery Ward en Chicago; era costumbre de la tienda el regalar libros infantiles para colorear, como una atención navideña para quienes compraran allí.

En 1939, tuvieron la idea de cambiar esa atención y le solicitaron a Robert L. May, quien era redactor publicitario en los almacenes, que escribiera un libro infantil con motivo navideño.

A May se le ocurrió escribir una historia sobre Rudolph, el reno de la nariz roja.

Cuando lo terminó, May le leyó el cuento a su hija de 4 años y ella quedó fascinada. Con esa prueba, de que sería bien aceptado por los niños pequeños, lo presentó a sus jefes; pero ellos pensaron que la nariz roja del reno, podría asociarse al consumo de bebidas alcohólicas.

May le pidió a un amigo, que también trabajaba en los almacenes, que realizara algunos dibujos del reno con la nariz roja, para que sus jefes se hicieran la idea de cómo se vería.

En los dibujos, Rudolph se presentaba como un reno tierno y amigable, se alejaba del estado de embriaguez; así que, le dieron para adelante con el proyecto y a partir de allí, ese libro era obsequiado por los almacenes a sus clientes en época de Navidad, convirtiéndose en un éxito tremendo; tan es así que, a los 7 años de haberlo escrito, se habían editado unos 6 millones de ejemplares.

Después de la Segunda Guerra Mundial, un ejecutivo de los almacenes Montgomery Ward, le cedió los derechos sobre Rudolph a May; según mencionó su hija años más tarde, los motivos fueron que sus jefes no pensaron que la historia pudiera ser algo más que una campaña publicitaria.

A May le hicieron un gran favor, ya que en ese momento se encontraba endeudado por los gastos que había tenido que costear por la enfermedad de su esposa, quien habría fallecido de cáncer.

En 1947 se publicó la historia oficialmente, dejando buenos beneficios a su creador. Al año siguiente, el cuñado de May, de nombre Johnny Marks compuso una canción sobre Rudolph y la primera vez que salieron a la venta, se vendieron más de 2 millones de discos.

Y así, hasta el día de hoy, nos provoca alegría y ternura la historia del reno que sintiéndose solo y triste, encontró su lugar y su valía junto a los renos de Papá Noel, a quien salvó de una espesa niebla en una noche de Navidad, hace un tiempo…

 

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