Que en pleno 2021 Xiaomi le esté dando la riendas “de nuevo” a Mediatek, es una clara señal de que para el futuro de la conectividad, se requiere de más diversidad y menos hegemonía, especialmente viniendo de una marca que quiere ocupar con fuerza todos los espacios de los segmentos disponibles para competir en el mercado de smartphone (y otros). Bajo toda esta importante premisa, nace un Redmi Note 10 Pro 5G, que parece casi obvio, pero que aporta más de lo que parece al catálogo.
Es una evolución discreta, donde las novedades de diseño son mínimas, que no van más allá de un nuevo color o alguna trama trasera. El procesador es el Mediatek Dimensity 1100, uno de los nuevos chip de la firma china con la que se pretende “hacer bien las cosas”, capaz de soportar sobre el papel, tasas de refresco de hasta 144 Hz, sensores como de hasta 108 MP, como los gama alta de Xiaomi y codificar video en HDR+ 4K. Es decir, es un procesador que aguanta el trabajo típico de un smartphone por encima de los 600 euros, pero para un segmento más económico.
El Redmi Note 10 Pro 5G viene en versiones de 6 ú 8 GB LPDDR4X y 128 ó 256 GB UFS 3.1. Es un móvil fácilmente habilitado para el gaming, aunque sin los elementos accesorios como los que tiene el POCO F3 GT que ya está por caer muy pronto en el mercado europeo.
El panel es un LCD de 6.6 pulgadas, con tasa de refresco de 120Hz y muestreo táctil de 240 Hz. Acá se nota claramente el recorte de prestaciones, aunque desde hace meses que se habla muy bien de estos paneles. La batería ya es común en este tipo de dispositivos con 5000 mAh y carga rápida de 67W (no se sabe aún si viene con el cargador dentro de la caja).
En el apartado de cámaras no hay novedades, el sensor es de 64 MP, acompañado de un UGA de 8 MP y un macro de 2 MP. El precio sugerido para el Redmi Note 10 Pro 5G será de unos 299 euros al cambio, lo que lo ponen como “uno más” a medio camino entre la gama media y la media alta. Es confuso, pero así es Xiaomi.